No había otro camino

No había otro camino

Por Ariel Ibañez - Editor de Deportes.

17 Octubre 2008

Para llegar a destino sin pasar sobresaltos, hay que tener un conductor que conozca el camino. Esta vez, el entrenador de la Selección nunca encontró el rumbo. Dio tantos volantazos para intentar enderezar la marcha, que terminó chocando y destruyendo el proyecto. Basile reemplazó a Pekerman tras la frustración vivida en el Mundial de Alemania. Venía de ganar todos los torneos que había disputado dirigiendo a Boca y con el recuerdo de haber conducido uno de los seleccionados que, más allá de no haber podido ganar el Mundial en 1994, el hincha argentino recuerda por su estilo de juego. El técnico juntó a Maradona, a Caniggia, a Batistuta y a Balbo. Murió en la suya. Respetó su estilo. Lo mismo sucedió en su ciclo en los “xeneizes”. Se apoyó en la simpleza de su propuesta futbolística y defendió a los “11 de memoria”, aun jugando dos torneos en forma simultánea. Nada de eso hizo esta vez. Cuando le dijeron que era un técnico antiguo, cambió la táctica. Jugó con línea de tres; doble cinco, sin un delantero de área. Como no encontró el equipo, trató de apoyarse en las individualidades, pero las grandes estrellas del plantel no le respondieron. Incluso parecía que algunos no tenían ganas de jugar. Cuando un técnico está desorientado y los futbolistas le dan la espalda, sólo queda un camino: renunciar.