La polución cambia la forma y el color del paisaje

La polución cambia la forma y el color del paisaje

Un informe de la versión digital de LA GACETA revela la magnitud de la contaminación ambiental durante la época de zafra en la provincia. El aire era diáfano en mayo. A comienzos de este mes, desde la ciudad no se distinguen los cerros. Video.

EN MAYO. De esta manera se podía observar la ciudad de San Miguel de Tucumán y sus alrededores desde uno de los miradores del camino a San Javier.  LA GACETA / IMAGEN DE VIDEO/ JOSE INESTA EN MAYO. De esta manera se podía observar la ciudad de San Miguel de Tucumán y sus alrededores desde uno de los miradores del camino a San Javier. LA GACETA / IMAGEN DE VIDEO/ JOSE INESTA
07 Septiembre 2008
La polución ambiental de Tucumán se ha hecho habitual en las últimas décadas, particularmente durante el invierno, que coincide con la zafra azucarera.
La calidad de vida de los habitantes del Gran San Miguel de Tucumán y los de las ciudades del sur de la provincia ha ido en picada en las últimas décadas.
La contaminación provoca problemas de salud por un lado, y por otro, falta de seguridad en las rutas y en el aeropuerto, ya que la visibilidad se reduce considerablemente.
La versión digital de LA GACETA realizó una producción especial multimedia reveladora, que a través de elocuentes imágenes muestra cómo el polvo y las cenizas tóxicas van cubriendo la atmósfera en la provincia. La primera parte del video se filmó a mediados de mayo, e incluyó tomas en la rotonda de El Cristo, que une la capital con Yerba Buena, y en los miradores de la ruta 338, que conduce a San Javier.
A comienzos de este mes, los reporteros gráficos de nuestro diario regresaron a esos lugares, a la misma hora, y realizaron nuevas filmaciones.
Luego, en el estudio de edición, se interpusieron los fotogramas y se obtuvo una impactante comparación en la que se aprecia la capa contaminante, constituida por polvo, humo y hollín, y de qué manera se reduce la visibilidad. Hasta los colores del paisaje se modifican.
El material se encuentra disponible al pie de esta nota y en la sección Videos.

A fin de mes
De acuerdo con el pronóstico del doctor en Meteorología Juan Minetti, el aire cargado de polvo y de contaminantes se mantendrá hasta fines de mes y principios de octubre, cuando es posible que se produzcan precipitaciones.
Pasada la probabilidad de lluvias que existía hasta el viernes a la madrugada, cuando cayó granizo en los cerros, el especialista estima que el agua no llegará antes de dos semanas. Podrían caer lluvias moderadas dentro de unos 10 días y, si no, será para fin de mes, dijo Minetti.
Por lo tanto, los tucumanos se verán obligados a continuar conviviendo, durante unas semanas más, con la sequía, el humo y el hollín de las chimeneas los ingenios, la carbonilla de la quema de cañaverales, el smog y el polvo en suspensión.
"Las probabilidades de precipitaciones crecen cuando se registra la presencia de vapor de agua o de mecanismos que enfríen este vapor para que precipite", explicó Minetti. "Si falta alguno de los dos factores, no hay lluvia. Lo que falta durante el invierno es vapor. Necesitamos que llegue aire húmedo del mar al centro del contienente para que llueva", agregó.

Reducida visibilidad
"Sin polución, la visibilidad sería de 12 a 14 kilómetros. Pero el humo y las partículas suspendidas en el aire ocasionan que la visibilidad se reduzca hasta un kilómetro, especialmente en las rutas", explicó a LA GACETA Osvaldo Molina, jefe del Servicio Meteorológico Nacional con base en el aeropuerto Benjamín Matienzo.
La única solución es el agua, que limpia el aire, debido a que provoca el descenso de las partículas contaminantes que están en la atmósfera.

Aviones
También la actividad aérea puede tener inconvenientes a causa de la poca visibilidad. Daniel Rizzotti, activista tucumano de Greenpeace, mencionó en oportunidades anteriores, los efectos negativos que tiene la polución en la actividad aérea.
"En nuestra provincia, en general, los vientos soplan en dirección sureste y la mayoría de los ingenios se ubica hacia el este. Por ello, la precipitación de cenizas, hollín, bagacillo y carbonilla es arrastrada desde ese sector hacia las montañas del noroeste", dijo Rizzotti.

Informe preocupante
Un estudio de la División Medio Ambiente del Departamento Químico de la Policía Científica de Gendarmería Nacional, reveló el año pasado datos inquietantes. El informe se elaboró por pedido de la Justicia en el marco de una causa iniciada contra el ingenio La Corona por contaminación. Según los especialistas, esta fábrica azucarera arrojaba al aire 4,67 veces más de partículas contaminantes en suspensión (de 2,5 microgramos de tamaño) que lo aconsejable para preservar la salud. Fue el primer estudio de estas característica y se efectuó en los espacios públicos cercanos al ingenio La Corona.
"Esto no se solucionará hasta que las autoridades elaboren un plan sistemático y continuo. La población ha tomado conciencia de la problemática y reclama respuestas, pero los gobernantes sólo formulan promesas", reflexionó, por su parte, el presidente de la Asociación Amigos de la Ecología, Enrique Feijóo.

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