05 Septiembre 2008
RECOMENDACION. Los productores de arándanos de Tucumán deben concentrar sus producciones entre setiembre y octubre y hasta el 15 de noviembre.
Luego de haberse llevado a cabo en Tucumán el “9º Simposio de Arándanos y Cramberry”, que reunió a científicos y organismos relacionados a este tema de todo el mundo, se llegó a la conclusión de que la expansión de la superficie plantada y la aparición de nuevas zonas de producción no tradicionales -como Chile, Argentina en el hemisferio Sur y China en el hemisferio norte- haría caer el precio internacional a pesar del incremento del consumo, sostuvo para LA GACETA Rural, el Ingeniero Héctor Jaldo, jefe de la Sección Horticultura de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de Tucumán.
Se debe destacar que en la provincia algunos productores ya iniciaron incipientemente la cosecha que se generalizaría a partir del 15 de septiembre.
Si bien se ve a China con un mercado potencial enorme, el desarrollo del cultivo en ese país hace presumir que las exportaciones hacia ese destino no serán altas, salvo en épocas en que el mercado chino no pueda abastecerse.
La época de producción de China varia entre tres zonas las cuales abarcan de noviembre a junio.
El incremento de superficie en este país haría peligrar el funcionamiento del mercado de congelados ya que se encuentran implantadas 1.700 hectáreas y se prevé el aumento a unas 10.000 hectáreas en 2010, y se prevé que se produzca otro incremento proporcional a futuro.
Esta producción basada en arándano bajo, de tipo industrial, plantea un panorama estratégico interesante sobre qué camino debe seguir Tucumán en cuanto al manejo y destino de su producción, advirtió Jaldo.
Nicho de mercado
Por otro lado, la producción de Canadá y de los Estados Unidos con variedades que prometían extender la cosecha a octubre -como es el caso de Aurora, Liberty y Drapper, entre otras- no parece amenazar el nicho de mercado al que accede Tucumán.
Estas variedades, que tienen en algunas zonas productivas comportamientos tardíos en la mayoría de los ensayos de producción, se comportaron como más tempranas que “Elliot”, variedad con la cual termina la producción en el Hemisferio Norte.
Aparentemente sólo en algunos años en que el clima proporciona las condiciones adecuadas, estas variedades podrían comportarse más tardíamente que “Elliot”.
Por ejemplo, este año el precio promedio de los “blueberries” está por debajo del año pasado, palabras vertidas por Scott Hulsey de Gourmet Trading (California) y Earl Kidston de Nova Agri Inc (Canadá), comentó el especialista de Horticultura de la EEAOC.
El factor “clima”
La lluvia y las temperaturas promedios mayores a las normales, harían predecir una campaña concentrada con un gran volumen de fruta, pero de final anticipado, debido a las lluvias y a la falta de calidad de la fruta de guarda.
Bajo este panorama y con la ventana abierta en octubre, Tucumán debe concentrar su producción en los meses de setiembre, octubre hasta el 15 de noviembre.
En su análisis, Jaldo considera que la fruta cosechada en septiembre tiene una muy buena oportunidad para ser transportada en barco, reduciendo fletes y arribando en octubre -a los mercados europeos- con buenos precios, ya que no todos los años la fruta de septiembre tiene buen precio.
Para Héctor Jaldo (EEAOC), aquellos planes comenzados en 2004 tendientes a concentrar fruta en el mes de octubre, hoy tienen más vigencia que nunca desde el punto de vista de la situación actual de los mercados.
Antecedentes
* En Tucumán se introdujo en 1996 el cultivo de arándano como alternativa de diversificación para la región del NOA.
* En 1996 se pronosticaba alcanzar una superficie implantada de 35 hectáreas con arándanos en Tucumán para 2000.
* Actualmente, hay más de 1.200 hectáreas de este berrie. Las demandas de conocimiento también crecieron vertiginosamente.
* Para satisfacer la demanda, la Estación Experimental Agropecuaria INTA Famaillá y la EEAOC realizan estudios de calidad de la fruta desde hace varios años.
* Las líneas de trabajo de investigación son fenología, evaluación de variedades, control químico de malezas, ecofisiología del cultivo y calidad de fruta.
* También se realizan, en forma sistemática, cursos de capacitación para diferentes niveles de recursos humanos involucrados en la denominada “cadena arándano”.
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