“Gianfranco creció con esos animales”, dijo su tía

“Los perros forman parte de la familia. Gianfranco creció con esos animales”, aseguró ayer entre lágrimas Romina Campos, tía del niño que fue asesinado al ser atacado por un rottweiler y por una perra mestiza.
Gianfranco fue enterrado ayer a la siesta en el cementerio San Agustín. Los primeros en regresar a la vivienda de Juan Luis Nougués al 1.000, donde se produjo la tragedia, fueron a abuela de Gianfranco, Marta Inés Moreno; su tía, Romina Campos y su tío abuelo, Luis Fernando Moreno. “No sabemos qué pasó el martes; no estábamos aquí”, repetían entre lágrimas.

Encarnizado
La que explicó lo ocurrido fue la madre, Carolina Campos. “En el fondo de la casa hay una puerta y una verja. No entiendo cómo se abrió la puerta; el nene quedó entre las mandíbulas del perro. El perro no era malo, pero cuando lo atacó a Gianfranco se puso como loco; estaba encarnizado”, resaltó.
“No encontramos ninguna explicación lógica”, lamentó la abuela. “No podemos creer que esto haya sucedido el día en que Gianfranco cumplía un año y 10 meses”, añadió con la voz quebrada por el dolor. La misma incertidumbre que reinaba entre los familiares, invadió a los vecinos de la zona, que vieron crecer al niño. “Ella nunca dejaba solo a su hijo. Seguramente el accidente ocurrió por una fatalidad del destino”, coincidieron.
Luego del ataque, el perro, llamado Lander, de seis años, y la perra mestiza, de cinco, fueron llevados al Instituto Antirrábico. Ayer estaban enjaulados. El director de la institución, Jorge Sterpino, dijo que se les van a hacer los controles para determinar en qué estado se encuentran y si sufren alguna enfermedad.
El veterinario dijo que a este tipo de animales se les debe prestar mucha atención para detectar cualquier anormalidad en el comportamiento. “En el caso de los rottweiler, las hembras suelen ser buenas, pero los machos, tienen un temperamento más agresivo”, aseveró.