14 Agosto 2008
BIJOUTERIE AFRICANA. Ndiasse ofrece distintas joyas de oro, plata y bronce que trajo de Senegal, su país. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ
"Puede convertirse en cuello, solapa, moñito, corbata, banda de sombrero o en un simple detalle del atuendo. Es un pañuelo mágico, fruto de mi invención y creatividad. Son de seda artificial con motivos y terminaciones pintados con acuarelas", explica María del Carmen Eural a cada visitante que se acerca a su puesto de exhibición y comercialización. La locuaz y experimentada descendiente ucraniana tiene su taller en Apóstoles, Misiones. Desde allí vino a Tucumán a mostrar sus originales creaciones en la IX Feria Internacional de Artesanías "Las Manos del Mundo", que se desarrolla en el complejo Nicolás Avellaneda, Suipacha y 24 de septiembre, y que puede visitarse de 15 a 24. Estará habilitada hasta el lunes.
"Son personas que aman el arte, que es su fuente de vida. Algunos creen que son aventureros, porque que duermen y comen donde se sienten a gusto y pueden. Pero mas allá del disenso o de la polémica, a los artesanos les gusta vivir lejos de la presión de la sociedad y del que dirán. Aunque no se conocen, se comportan como una familia. Si un artesano se encuentra con otro en cualquier parte del mundo se ayudan porque se sienten hermanados. Además, para ser artista primero hay que ser artesano", dijo a LA GACETA Jorge García, coordinador de la feria.
El organizador comentó que han venido artesanos de Brasil, Perú, Chile, Africa, Europa, de casi todas las provincias del país, de esta capital y del interior de Tucumán.
Desde Africa
"Nosotros elaboramos bijouterie en cobre, oro y plata con diseños, formas y colores típicos de Senegal. También tenemos ropa senegalesa, que confeccionamos artesanalmente con telas de algodón de nuestro país y de otros lugares de Africa. Son camisas, legos (pantalones) y camisolas, que habitualmente se usan los fines de semana", detalló Ndiasse, responsable del stand de Senegal. Allí, los anillos cuestan entre $ 10 y $ 40, y el precio de la ropa varía entre $ 35 y $ 40.
Accesorios para odaliscas
Nahir y Zahira no se cansan de explicar con lujos de detalles los relieves enchapados en oro de las teteras sirias que se destacan en cada juego de seis vasos y bandeja incluida para deleitar las infusiones de manzana, salvia y escaramujo para atenuar las temperaturas elevadas de Siria. El té se elabora en una doble tetera en la que se hallan dos recipientes apilados: el de arriba es la tetera para hacer el té y el recipiente inferior sirve para hervir el agua.
Aunque en realidad el máximo orgullo de ese stand son los vestidos y los accesorios para odaliscas. "Cada pieza fue elaborada con material y técnicas de Damasco", explicaron ambos. "El velo, el calzado, todo lo que necesitan las bailarinas lo tenemos nosotros", dijo Zahira.
Para fumar
"Acá también fabricamos artesanalmente y vendemos los típicas narguiles, las pipas orientales que se usan para fumar un buen tobacco nakhla, saborizado y aromatizado con manzanas rojas y verdes. Los narguiles están compuestos por un largo tubo flexible, por el recipiente en el que se quema el tabaco y por un vaso lleno de agua, a través de la cual se aspira el humo. "Fumar así es más sano que fumar un cigarrillo con filtro doble", enfatizó el joven Nahir.
En el puesto, que es uno de los más amplios de la feria, también se venden alhajas enchapadas y bañadas en oro y en plata.
"Son personas que aman el arte, que es su fuente de vida. Algunos creen que son aventureros, porque que duermen y comen donde se sienten a gusto y pueden. Pero mas allá del disenso o de la polémica, a los artesanos les gusta vivir lejos de la presión de la sociedad y del que dirán. Aunque no se conocen, se comportan como una familia. Si un artesano se encuentra con otro en cualquier parte del mundo se ayudan porque se sienten hermanados. Además, para ser artista primero hay que ser artesano", dijo a LA GACETA Jorge García, coordinador de la feria.
El organizador comentó que han venido artesanos de Brasil, Perú, Chile, Africa, Europa, de casi todas las provincias del país, de esta capital y del interior de Tucumán.
Desde Africa
"Nosotros elaboramos bijouterie en cobre, oro y plata con diseños, formas y colores típicos de Senegal. También tenemos ropa senegalesa, que confeccionamos artesanalmente con telas de algodón de nuestro país y de otros lugares de Africa. Son camisas, legos (pantalones) y camisolas, que habitualmente se usan los fines de semana", detalló Ndiasse, responsable del stand de Senegal. Allí, los anillos cuestan entre $ 10 y $ 40, y el precio de la ropa varía entre $ 35 y $ 40.
Accesorios para odaliscas
Nahir y Zahira no se cansan de explicar con lujos de detalles los relieves enchapados en oro de las teteras sirias que se destacan en cada juego de seis vasos y bandeja incluida para deleitar las infusiones de manzana, salvia y escaramujo para atenuar las temperaturas elevadas de Siria. El té se elabora en una doble tetera en la que se hallan dos recipientes apilados: el de arriba es la tetera para hacer el té y el recipiente inferior sirve para hervir el agua.
Aunque en realidad el máximo orgullo de ese stand son los vestidos y los accesorios para odaliscas. "Cada pieza fue elaborada con material y técnicas de Damasco", explicaron ambos. "El velo, el calzado, todo lo que necesitan las bailarinas lo tenemos nosotros", dijo Zahira.
Para fumar
"Acá también fabricamos artesanalmente y vendemos los típicas narguiles, las pipas orientales que se usan para fumar un buen tobacco nakhla, saborizado y aromatizado con manzanas rojas y verdes. Los narguiles están compuestos por un largo tubo flexible, por el recipiente en el que se quema el tabaco y por un vaso lleno de agua, a través de la cual se aspira el humo. "Fumar así es más sano que fumar un cigarrillo con filtro doble", enfatizó el joven Nahir.
En el puesto, que es uno de los más amplios de la feria, también se venden alhajas enchapadas y bañadas en oro y en plata.
Lo más popular
