11 Agosto 2008
LA PAZ, Bolivia.- “Fue una jornada tranquila; por suerte no hubo problemas ni enfrentamientos, que era algo que temíamos por lo que pasó en días anteriores”, le dijo a vía telefónica a LA GACETA Gustavo Rivero, un técnico en prótesis dental de 50 años, que vive en La Paz.
En La Paz, según contó, no hubo festejos. “Con lo que pasó en los últimos días, no hay ánimo para celebrar. Además, el principal apoyo a Evo Morales está en el campesinado, que en este país es muy grande”, confirmó en referencia a los enfrentameintos entre distintas facciones, que dejaron el saldo de dos muertos. El boliviano, que tiene familiares en Tucumán, contó que “la mayor parte de la población fue a votar porque el porcentaje de ausentismo fue muy bajo”. Rivero, además, confirmó que fueron revocados los mandatos de los prefectos (gobernadores) de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando (las provincias que forman la llamada “media luna”), todos opositores a Morales.
Por su parte, Guido Riveros, director de una fundación de apoyo a la democracia, opinó que Bolivia “ha expresado que las dos visiones tienen que ser compatibilizadas; creo que lo más importante es impulsar el diálogo y no seguir intentando desconocerse una a la otra”.
Riveros sostuvo que el referendo “es un perfeccionamiento del resultado del comicio general de 2005”, cuando a la par de Morales fueron elegidos seis prefectos opositores, de los cuales cuatro impulsaron procesos de autonomías regionales y fueron ratificados ayer.
“El pueblo boliviano se ha pronunciado sabiamente por una dirección, por una agenda nacional claramente expresada por Evo Morales y unas agendas regionales en manos de varios prefectos, ahora les toca a los dirigentes estar a la altura y abrir un diálogo”, añadió Riveros.
En tanto, Franklin Pareja, profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés, dijo que la lectura preliminar del referendo “es que se va a profundizar muchísimo más la crisis política y la tensión en el país”.
“Si bien el presidente ha obtenido una votación (alta), los prefectos que son adversos al Gobierno logran una votación que legitima sus posiciones y los fortalece”, agregó.
En La Paz, según contó, no hubo festejos. “Con lo que pasó en los últimos días, no hay ánimo para celebrar. Además, el principal apoyo a Evo Morales está en el campesinado, que en este país es muy grande”, confirmó en referencia a los enfrentameintos entre distintas facciones, que dejaron el saldo de dos muertos. El boliviano, que tiene familiares en Tucumán, contó que “la mayor parte de la población fue a votar porque el porcentaje de ausentismo fue muy bajo”. Rivero, además, confirmó que fueron revocados los mandatos de los prefectos (gobernadores) de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando (las provincias que forman la llamada “media luna”), todos opositores a Morales.
Por su parte, Guido Riveros, director de una fundación de apoyo a la democracia, opinó que Bolivia “ha expresado que las dos visiones tienen que ser compatibilizadas; creo que lo más importante es impulsar el diálogo y no seguir intentando desconocerse una a la otra”.
Riveros sostuvo que el referendo “es un perfeccionamiento del resultado del comicio general de 2005”, cuando a la par de Morales fueron elegidos seis prefectos opositores, de los cuales cuatro impulsaron procesos de autonomías regionales y fueron ratificados ayer.
“El pueblo boliviano se ha pronunciado sabiamente por una dirección, por una agenda nacional claramente expresada por Evo Morales y unas agendas regionales en manos de varios prefectos, ahora les toca a los dirigentes estar a la altura y abrir un diálogo”, añadió Riveros.
En tanto, Franklin Pareja, profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés, dijo que la lectura preliminar del referendo “es que se va a profundizar muchísimo más la crisis política y la tensión en el país”.
“Si bien el presidente ha obtenido una votación (alta), los prefectos que son adversos al Gobierno logran una votación que legitima sus posiciones y los fortalece”, agregó.
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