Conflictos y tragedias en el penal de Villa Urquiza

Conflictos y tragedias en el penal de Villa Urquiza

07 Agosto 2008
En el acervo de la música popular de la región de Andalucía hay canciones llamadas carceleras, cuyas letras evocan las penurias de los delincuentes en las prisiones. “En el patio de la cárcel hay escrito con carbón: ‘aquí el bueno se hace malo y el malo se hace peor’”, dice una de ellas. Al parecer, esta sabiduría del pueblo sigue prevaleciendo por sobre los enfoques modernos respecto de cómo deberían ser las cárceles actuales, donde pocas veces se logra el objetivo de que un presidiario, luego de cumplir su condena, se reinserte en la sociedad. Por cierto, el objetivo debe seguir siendo el mismo. En los países desarrollados se trabaja en forma permanente no sólo para dotar de mayor seguridad las prisiones sino también para que los mismos internos tengan la posibilidad de crecer a través del estudio, del arte o del aprendizaje de oficios. De ese modo, quien recupera la libertad dispone de opciones que pueden ayudarlo a no caer nuevamente en la delincuencia.
En ese terreno, en la cárcel de Villa Urquiza se dieron algunos pasos importantes, como el ciclo de alfabetización de internos y la creación de un coro. En abril pasado, luego de 80 años, se habilitó en el penal un nuevo sector: la Unidad de Máxima Seguridad, con capacidad para 96 reclusos. El pabellón está formado por tres pabellones en dos plantas, en cada una de las cuales hay 16 celdas individuales. En el interior de la nueva edificación se construyeron consultorios médicos y psicológicos, y un quirófano que permite realizar intervenciones quirúrgicas de baja complejidad; la idea es evitar traslados a los centros asistenciales. Los reclusos cuentan además con un patio para recreación, y se levantaros siete habitaciones especiales para las visitas higiénicas. Las autoridades gubernamentales anunciaron  que los presos iban a ser custodiados durante las 24 horas por los guardiacárceles más experimentados y que, para mayor eficacia, se habían instalado varias cámaras, que permiten seguir muy de cerca sus movimientos. “Es una nueva cárcel dentro del penal. Está dotada con últimos sistemas tecnológicos y fue diseñada sobre la base de los conceptos de cómo debe ser una prisión moderna”, expresó el director de Institutos Penales.
A apenas cuatro meses de la inauguración de esta unidad, el domingo pasado, un hombre de 26 años que había sido condenado a ocho años de prisión por homicidio fue hallado ahorcado. Su deceso está siendo investigado por la Justicia. Por otra parte, según la denuncia de abogados, ni los consultorios médicos y psicológicos ni el quirófano funcionan, porque aún no se ha designado personal. Tampoco se puso en marcha el sistema de cámaras para vigilar a los reclusos. Y hubo inconvenientes que derivaron en quejas de reclusos y de familiares y una investigación de un juez de Instrucción.
Esto se vincula, por otra parte, con la falta de cobertura de cargos y de asignación presupuestaria a los Juzgados de Ejecución de Sentencia. la ley aprobada no entró en vigencia porque no fue aún reglamentada, tal como sucede con otras iniciativas de suma utilidad para la sociedad. También es imperiosa la reglamentación de la norma de adhesión de la Provincia a la ley nacional 24.660, referida a la ejecución de la pena privativa de la libertad, que tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley, procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la sociedad. De poco sirve tener un automóvil de lujo si carece de ruedas. Mientras tanto, siguen ocurriendo hechos -en algunos casos trágicos- en el penal de Villa Urquiza que podrían haberse evitado.

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