Los niños juegan cerca de tapires y corzuelas

Los niños juegan cerca de tapires y corzuelas

La reserva de Horco Molle tiene más de 250 ejemplares de 30 especies diferentes y cuenta con merenderos y asadores.

LA RESERVA DE HORCO MOLLE, UN PARAISO PARA LOS CHICOS. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI LA RESERVA DE HORCO MOLLE, UN PARAISO PARA LOS CHICOS. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
22 Julio 2008
Es sin dudas una atracción para grandes y chicos. A sólo 20 minutos de San Miguel de Tucumán, la Reserva Experimental Horco Molle ofrece a los visitantes una variedad de actividades y espacios para pasar el día. Con más de 250 ejemplares de 30 especies de animales, como tapires, pecaríes, corzuelas, ocelotes, monos, pumas, yacaré, carpinchos y llamas, la reserva que depende de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, está abierta al público de 9 a 18.
Cuenta con 30 guardafaunas que ofician de guías y brindan información sobre las especies autóctonas de la reserva. Además de poder ingresar al sector de animales, los visitantes pueden usar las instalaciones si pagan 50 centavos. Hay quinchos para hacer asados o tomar una merienda, una playa de estacionamiento y un sector donde muchos jóvenes instalan sus carpas para pasar la noche y disfrutar de la paz del paisaje piedemontano.

Precios
La reserva autofinancia el mantenimiento, la sanidad y la alimentación de los animales con los que se recauda de las entradas. Por semana, se destinan cerca de $ 1.500 sólo en alimentos para las especies de la reserva. Las visitas cuestan $ 3 y $ 3,50 para los mayores de 12 años. Las delegaciones y contingentes estudiantiles pagan el mínimo, y con la entrada tienen derecho a usar todas las comodidades que ofrece la reserva donde funciona un pequeño quiosco.
La visita guiada dura aproximadamente una hora y es muy interesante tanto para turistas como para los tucumanos. Estela Saitzwer, de Yerba Buena, estaba con grupos de familias jujeñas y santiagueñas que llegaron hasta Horco Molle con sus hijos para conocer los hermosos ejemplares de tapires y el enorme yacaré que descansa en aguas quietas. También atraen al público los pumas y una variedad de monos que, en su hábitat natural, se convierten en la alegría de los más pequeños.
"Este lugar merece ser conocido por todo el país; es un sitio donde los niños se divierten, y se educan", dijo Víctor García, de Jujuy.
Al lugar se llega por la avenida Presidente Perón. Allí se abre un camino, que fue reparado recientemente, y un cartel indicador anuncia "A Horco Molle".

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