Aunque de diferente signo,fue la política la que los acercó

Aunque de diferente signo,fue la política la que los acercó

Uno es radical y el otro, peronista, pero el respeto consolidó la amistad.

EN EL CAFE. José Luis Avignone y Germán Alfaro dicen que con el tiempo se toman en serio las virtudes del otro. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL EN EL CAFE. José Luis Avignone y Germán Alfaro dicen que con el tiempo se toman en serio las virtudes del otro. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
20 Julio 2008
Quizás sea difícil entender que fue la política lo que los acercó. Mucho más, si se tiene en cuenta que la amistad nació entre ellos cuando ocupaban bancas antagónicas en el Concejo Deliberante capitalino. Inclusive esta historia se hace más curiosa al advertir que uno es militante de la Unión Cívica Radical y el otro responde a los lineamientos del partido fundado por Juan Domingo Perón. Sin embargo, el concejal José Luis Avignone (UCR) y el actual diputado nacional Germán Alfaro (PJ) no muestran reparos al admitir que son grandes amigos y que esa relación superó las limitaciones que puede imponer la práctica política.
"Cuando empecé a militar en política, admiraba a José Luis, que ya era concejal desde 1983. Era un peso pesado", disparó Alfaro. Con una sonrisa, Avignone respondió: "nuestra amistad es una fiel demostración de que pese a militar en partidos distintos, si uno sabe poner límites evita dañar al otro".
El diputado nacional y el concejal se conocieron cuando ambos fueron electos ediles en 1995. A pesar de ser apasionados cuando defienden sus posturas, los vericuetos políticos fueron acercándolos. "En los primeros tiempos, al coincidir en la función pública, comenzamos a limar asperezas. Estar en el Concejo Deliberante nos ayudó, porque se trata de un cuerpo colegiado pequeño donde el contacto entre los miembros es grande", explicó Avignone. "Nuestra amistad se cimentó en el respeto y la sinceridad. Cada vez que conversamos nos decimos la verdad", agregó Alfaro.
Avignone recordó que cuando el actual legislador nacional se desempeñó como secretario del gobierno municipal, durante la anterior gestión del intendente Domingo Amaya, los vínculos se hicieron aún más fuertes. "Muchas veces tuvimos que dejar de lado nuestras posiciones políticas que parecían irreductibles para lograr recuperar la ciudad", aseveró.
Las anécdotas parecen ser otro nexo que también une a estos dos hombres públicos. Alfaro recordó -mientras Avignone reía- un encontronazo que tuvieron en el Concejo en los 90.
"No teníamos número para ganar una votación. No sabíamos cómo hacer para que los radicales se retiraran del recinto. Un amigo y veterano político, me dijo: ?acusalos de estar traicionando la memoria de Angel Pisarelo?. Yo, que en aquel momento tenía 29 años, me animé y se los dije. Avignone fue el que más se enojó. El bloque se levantó del recinto, se fue y nosotros ganamos el debate", relató.

Madurez
Los años y las vicisitudes de la vida también contribuyeron a fortalecer la amistad. "El paso del tiempo es un factor importante. Genera madurez, templanza. Uno valora cosas a las que en la juventud no se les daba importancia. Se empieza a tomar en serio las virtudes del otro. Nos dimos cuenta de que es mejor conversar café de por medio que gritarnos en el recinto", reflexionó Alfaro. Y remató ante la sonrisa de Avignone: "En la política se conoce mucha gente. Pero se hacen pocos amigos. Con José Luis la situación es distinta, a pesar de la militancia".

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