Chávez cantó "La felicidad" y la Presidenta estuvo a dieta

Chávez cantó "La felicidad" y la Presidenta estuvo a dieta

El hotel Catalinas Park fue escenario de una de las reuniones más importantes en la historia tucumana.

LA MOCHILA SOSPECHOSA.LA GACETA/ ANTONIO FERRONI LA MOCHILA SOSPECHOSA.LA GACETA/ ANTONIO FERRONI
02 Julio 2008
Fueron los personajes centrales de la cumbre, sin desmerecer a "Lula" Da Silva. Cristina Kirchner, por ser la Presidenta y por venir a Tucumán se atrajo todas las miradas. Y Hugo Chávez fue un imán para los cientos de personas que pasaron por el Catalinas Park.
El presidente venezolano, dueño de un carisma incomparable, se robó todos los elogios de quienes se le acercaron. Eso sí, su custodia, compuesta por hombres y mujeres forjados en el arte de proteger, no dejó dudas a la hora de decir no. El boliviariano llegó al hotel y comenzó a hablar de Atahualpa Yupanqui. "Pero no es el único cantor conocido que tenemos aquí. También está ?Palito? Ortega", lo chicaneó Jorge Rocchia Ferro, dueño del hotel. "Ah, sí", respondió Chávez, y comenzó con "Ella, ella ya me olvidó...". "No, no, esa es de Leonardo Favio", lo cortaron. "Perdón.. Ah, ya sé: ?La felicidad ja, ja, ja ja, me la dio tu amor, jo, jo, jo, jo, hoy se cantar ahahaha, gracias al amor y todo gracias al amor", remató el presidente de Venezuela, haciendo estallar el aplauso espontáneo.
Chávez compitió y le ganó a Cristina en el guardarropa. Trajo más valijas que la Presidenta. Cinco carritos contra cuatro cargados hasta el tope. Antes de su llegada, se cambiaron los focos de la suite. "Al comandante no le gusta la luz amarilla. Tienen que ser blancos", exigieron y el pedido fue una orden.
Ceremonial se encargó de la dieta de Cristina: ensalada verde o Del César, muslo de pollo sin piel o pescado, a la plancha o a la parrilla, verduras hervidas o al vapor y frutas frescas, no en ensalada. Para tomar, agua mineral. Café, té o mate fueron provistos por Cancillería. Las mujeres admiraron su vestimenta (sobre todo sus zapatos) y su simpatía (se sacó fotos con los empleados del hotel). Los guardaespaldas, bastante desordenados, se encargaron de mantener a raya al resto.
Cristina y Hugo, Hugo y Cristina brillaron con luz propia en Tucumán.

Una mochila sospechosa
Cuatro amenazas de bomba se registraron durante la cumbre. La Policía Federal estableció desde dónde habían sido efectuadas e informó al juez Mario Racedo. Además, la aparición de una mochila abandonada causó preocupación. Personal antiexplosivos constató que en el bolso sólo había papeles de la delegación venezolana.

El can que halló una bala
La Policía Federal contaba con un can, Moro, entrenado para encontrar explosivos. Pero este no fue el único animal entrenado que prestó servicio. Los venezolanos trajeron a Tucumán un perro muy bien entrenado. Antes de la llegada del mandatario hicieron una prueba con una bala y el can la encontró rápidamente dónde había sido escondida.

Venezolanos gastadores
Los comerciantes que tienen locales en el hotel dijeron que la mayoría de los compradores eran venezolanos. "No llevaron muchas artesanías, pero compraron las más caras", dijeron. Los chilenos, en cambio, prefirieron las comidas regionales. Uno de los funcionarios pidió visitar Tafí del Valle, para comprar un kilo y medio de queso.

Núñez, el único fumador
Miguel Núñez, el vocero presidencial, es el único funcionario del entorno de Cristina Kirchner que fuma. El funcionario debió salir varias veces del hotel para despuntar el vicio. En una de ellas, fue perseguido por el mozo, quien creyó que se había olvidado de pagar el café que había tomado. Todo se solucionó rápidamente.

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