Benedicto XVI volvió a dar de comulgar a fieles arrodillados

Benedicto XVI volvió a dar de comulgar a fieles arrodillados

El Sumo Pontífice cree que es necesaria la genuflexión como signo de respeto. Una medida en desuso hace 40 años.

TRADICIONALISTA. Benedicto XVI explicitó su deseo de que se vuelva a dar de comulgar a los fieles arrodillados. REUTERS TRADICIONALISTA. Benedicto XVI explicitó su deseo de que se vuelva a dar de comulgar a los fieles arrodillados. REUTERS
16 Junio 2008
VATICANO.- Tras recuperar la misa Tridentina en latín, el papa Benedicto XVI dio ayer un paso más en la restauración de los viejos usos litúrgicos. Esta vez lo hizo dando la comunión a los fieles arrodillados, una práctica que había caído en desuso durante los últimos 40 años.
La recuperación de esta costumbre tuvo lugar durante una misa al aire libre que ofició el Sumo Pontífice en Brindisi (sur de Italia) ante unas 60.000 personas.
Benedicto XVI ya había hecho lo mismo en la última misa pública que celebró, el 22 de mayo en la iglesia de San Juan de Letrán, en Roma. Pero, en aquel momento, el acontecimiento tuvo menos repercusión porque el público era menos numeroso.

En un reclinatorio
Desde ahora, los fieles elegidos para recibir la comunión de manos del Papa deben arrodillarse ante él en un reclinatorio y recibir la hostia directamente en la boca.
Tras la reforma litúrgica del concilio Vaticano II (1962-65), la práctica corriente era que los fieles recibiesen la hostia (un pedazo de pan sin levadura que representa el Cuerpo de Cristo) de pie y en las manos, para llevársela a la boca ellos mismos.
También podían recibirla en la boca, pero de pie. La genuflexión no estuvo nunca prohibida, pero quedó reservada a las parroquias más tradicionalistas.
De este modo, Benedicto XVI quiere dar ejemplo al clero. "Nosotros, los cristianos, nos arrodillamos sólo ante el Santísimo Sacramento (la hostia) porque, en él, nos sabemos y creemos estar en presencia del único y verdadero Dios", dijo en San Juan de Letrán aquel 22 de mayo.
"Estoy convencido de la urgencia de dar de nuevo la hostia directamente en la boca a los fieles, sin que la toquen y de volver a la genuflexión en el momento de la comunión como signo de respeto", agregó el Sumo Pontífice.

Medida polémica
Una de las primas medidas que había tomado Benedicto XVI que causó polémica fue la de darles la posibilidad a los sacerdotes de oficiar la misa Tridentina en Latín, una práctica que había desaparecido tras el Concilio Vaticano II. Sin embargo, el sábado, en la catedral de Westminster, sede de la Iglesia Católica en Inglaterra, se celebró la primera misa ordinaria en latín en 40 años. La decisión fue del cardenal Darío Hoyos, consejero del Papa. (AFP-NA)

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios