Cartas de lectores

PALUDISMO
La evocación de Carlos Páez de la Torre (h) del relato de Alderete Núñez acerca de los síntomas con que se presentaba el paludismo, me hizo recordar, además, los tratamientos que nos instituían en nuestra infancia, que eran verdaderas torturas. El hecho de que haya sido erradicada y hoy sea una patología desconocida para la población y aun para los médicos, me impulsa a reconocer y a rendir homenaje a quien fue el autor de esa verdadera hazaña sanitaria: Carlos Alberto Alvarado. A mediados de la década del 40, desde nuestra ciudad, inició un plan de lucha, programado con un plazo de duración de cinco años. A los tres años de iniciado, se declaró erradicado el paludismo en la República Argentina. Su tarea ciclópea lo prestigió internacionalmente; por ello, la Oficina Sanitaria Panamericana lo contrató para que planifique y erradique el paludismo en nuestro continente, y una vez cumplida dicha misión, la Organización Mundial de la Salud lo contrató para que planificara y erradicara esa enfermedad en el mundo, lo que cumplió acabadamente. A este salvador de vidas, al que califico de un verdadero “héroe civil”, el país le está debiendo el gran homenaje que se merece.



PERROS ABANDONADOS
Quisiera responder la carta del lector Alberto  Albornoz Usandivaras -publicada el 12/5-, en la que alude a los perros vagabundos. Como primera medida,  debo aclararle que no son perros vagabundos sino abandonados. Además, y esto es realmente preocupante,  el hecho de que se produzca esta situación pone en evidencia la falta de educación y de formación de toda la población. Como segunda respuesta, quiero contarle al lector que sí es un delito matar a un animal (Ley Nacional 14.346 Protección Animal) , sobre todo si es por viejo o por desnutrido. Y, como tercera medida, comentarle que evidentemente las autoridades de nuestra provincia no tienen intención ni capacidad para solucionar lo que para muchos es un problema y para otros una profunda tristeza. Tengo entendido que el Colegio de Veterinarios presentó proyectos de castraciones masivas y de concientización de la población, pero estos nunca obtuvieron una respuesta satisfactoria. Me gustaría  hacerle una pregunta a Albornoz Usandivaras: supongamos que se sacrifiquen los 1.000 canes vagabundos por considerarlos un problema, ¿cuántos perros cree usted que habrá en la calle dentro de seis meses o un año? ¿O acaso está proponiendo que cada tanto se maten animales? Qué fácil sería la vida si elimináramos de nuestro camino las cosas que nos incomodan.



PATRIMONIO CULTURAL
El 8/5, en la calle 9 de Julio, precisamente en el portón posterior de la Casa Histórica, los transeúntes que circunstancialmente circulábamos por allí, quedamos aprisionados por la música, por el canto y por el arte que nos acariciaba y que nos detenía en nuestra cotidianidad para llenarnos el alma y el espíritu en ese mediodía lluvioso. Pero a pocos instantes, muchos indicadores nos permitieron advertir que, lo que en realidad ocurría, era la transmisión de una protesta de los cuerpos artísticos de la provincia. Por ello, seguramente, había tanta pasión y fuerza interior en aquella interpretación del Himno de los Esclavos, de la Opera Nabucco. ¿Acaso así se sienten? ¿Acaso una ley o norma pretende cercenar sus derechos adquiridos desde el talento y para el goce de los ciudadanos, menospreciando su labor? En el lugar indicado están los responsables del malestar de nuestros artistas. Espero que la incompetencia no sea el calificativo que los señale a estos por arremeter contra el patrimonio cultural vivo que, para todos los tucumanos, siempre ha sido motivo de verdadero e indisimulable orgullo.


PROSTITUCION
Quiero felicitar a LA GACETA por el Panorama Tucumano del 13/5, firmado por el periodista Roberto Delgado. En él se aborda, con idoneidad, la problemática ancestral de la prostitución y sus consecuencias siniestras. Pero quiero hacer hincapié en que entre víctimas y victimarios hay un culpable que desde los comienzos de la historia siempre salió ileso: el hombre, que por género y por poder y mediante el dinero somete y paga por sexo y por promiscuidad. Es, en definitiva, el silente culpable de todos los males y es a quien la ley debiera condenar. La mujer, por múltiples razones que van desde la pobreza a la lujuria, el rapto y la esclavitud, es arrastrada a la prostitución, pero es el hombre, el macho dominante, quien paga y prostituye, y mantiene este perverso sistema. La sociedad moderna nos acostumbra a la oferta de sexo. Miles de adolescentes dispuestas a desnudarse por un lugar en las revistas, en los programas televisivos que consumimos a diario, sin detenernos a pensar que cada día se pierde más la dignidad y que todos nuestros hijos están sumergidos en este disparate. Es hora de que, de una vez por todas, dejemos la hipocresía de lado y les enseñemos a nuestros hijos que pagar por sexo es someter, es vejar, es esclavizar. Creo que la única manera de combatirla es legislar para que la ley castigue al que paga, al que somete, no a la víctima. Suecia lo está haciendo. La sociedad creadora del amor libre y de la libertad de la prostitución, de los escaparates con mujeres desnudas ofrecidas al mejor postor, se dio cuenta de que la culpa no es de la mujer, sino del que le paga. Por otra parte, sería muy bueno para los hombres no tener que pagar por sexo. Tal vez deberían intentar buscar el amor, que sin duda es más difícil y más comprometido, pero más de hombre.



MOTOCICLISTAS
Hace unos días fui a pasear al parque Avellaneda; llevé a los más pequeños de la casa a los juegos infantiles. Con asombro y preocupación vi a varios motociclistas que con sus vehículos transitaban por los caminos peatonales y por los espacios verdes del paseo, sin tener en cuenta a los niños que jugaban en esos lugares. También los ancianos y las mujeres embarazadas estaban atemorizados por estas personas irresponsables que ponen en peligro la integridad de los más indefensos. A las 19 el tránsito de estos rodados se había incrementado. No había ninguna persona encargada del cuidado de este espacio público. ¡Por favor, pido a las autoridades que en el parque se afecte a cuidadores para que se eviten accidentes lamentables!



INTERNET
Recientemente intenté comunicarme con Telecom para dar de baja internet, porque lo que me estaban facturando superaba holgadamente la tarifa que supe contratar. Esperé 37 minutos inútilmente hasta que corté. Pero llamé al servicio de ventas y me atendieron en dos minutos. Pregunté a qué se debía esto y no me contestaron.  Bueno sería que el Estado arbitrara las medidas a fin de recibir llamadas telefónicas de usuarios de distintos servicios para que, por su intermedio, dé directamente de baja el servicio y que para ello baste el nombre del titular, su dirección y su número de documento de identidad.