El crónico problema de los perros callejeros

El crónico problema de los perros callejeros

17 Abril 2008
Dicen que es el mejor amigo del hombre, pero para los tucumanos parece que no es así. Desde hace años, los perros vagabundos deambulan por las calles, especialmente por el microcentro, y ocasionan comprensibles quejas no sólo de peatones sino también de comerciantes. Por lo general, las jaurías están integradas por entre 5 y 10 perros que circulan buscando alimento en la basura. Se echan ante la puerta de locales y edificios para dormir y buena parte de ellos, están enfermos de sarna. Cuando una perra entra en celo se pelean en medio de las calles, lo cual provoca a menudo frenadas y bruscas maniobras entre los conductores. Motociclistas y ciclistas son sus blancos preferidos; más de uno ha perdido el equilibro y se ha golpeado al intentar escapar de sus mordiscones.
El dueño de una heladería ubicada frente a la plaza Independencia le contó a nuestro diario que los canes se mueven en grupos y que rompen bolsas de basura para alimentarse. Señaló que a veces entran a los locales y los clientes se asustan, y que ellos temen sacarlos porque no saben si están rabiosos. Los comerciantes de Crisóstomo Alvarez al 600 afirmaron que se cansaron de hacer denuncias en la Municipalidad y que no obtuvieron respuestas.
Según un funcionario municipal, circulan por la ciudad unos 350 perros callejeros, de los cuales 150, aparentemente, tienen dueños. Aseveró que el Centro de Rehabilitación Animal (Cenara), que depende de la Municipalidad capitalina, está superpoblado de perros y que los empleados no dan abasto para atenderlos. Anunció que en los primeros días de mayo comenzará una campaña intensiva y masiva de castración de canes en los barrios. Comentó que en el Cenara hay 400, 100 más de los que se pueden cuidar, y se quejó porque después que los canes son recuperados la gente adopta muy pocos. Dijo que además albergan gatos y caballos, y que el municipio gasta alrededor de $ 10.000 mensuales sólo en alimento para los perros. Tanto el funcionario como una veterinaria coincidieron en que realizar castraciones masivas es la única solución a este problema. La experta agregó que la situación en el Cenara es preocupante, porque muchos animales no están recibiendo el cuidado adecuado, debido a que el lugar se encuentra desbordado.
La presencia de los perros vagabundos en las calles de la ciudad lleva varios lustros y hasta ahora no se ha encontrado una solución duradera. El problema, por cierto, es responsabilidad de los ciudadanos que dejan abandonados los animales en la vía pública. Muchos de los vecinos y de los comerciantes que se quejan de ellos los alimentan, según los testimonios, pero no los acogen. Hay períodos del año en los que los canes se apropian de la plaza Urquiza o de los jardines del Colegio Nacional y atacan durante la noche a los peatones desprevenidos. Por cierto, nadie se hace cargo de las lesiones que pueda sufrir una persona.
Si tanto el funcionario municipal como la veterinaria coinciden en que la solución pasa por la castración masiva, las autoridades de la Municipalidad deberían tomar nota de que las campañas y los controles deben llevarse a cabo en forma constante y no esperar a que las colonias caninas callejeras se incrementen para recién tomar medidas. Que los perros circulen sin control por la ciudad, además de generar en muchos casos una sensación de inseguridad, da de San Miguel de Tucumán una muy mala impresión, especialmente por el hecho de que su presencia conlleva basura y excrementos desparramados en las veredas. Se trata, entonces, de buscar una solución definitiva.

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