Un objeto cósmico puso en vilo a cientos de tucumanos

"Estaba por entrar en la casa y, cuando abrí la puerta, percibí una sombra. Como que alguien me alumbraba por la espalda. Raro, porque la entrada da para el oeste. Me asusté. Pensé que me estaban asaltando y, cuando me di vuelta, vi esa inmensa pelota azul intenso pero que alrededor tenía fuego. Grité. El objeto estaba en el cielo. Parecía que se caía sobre mi casa... venía bajando. Y cuando grité: ¡salgan todos de la casa porque se nos viene encima!, se corrió y fue a caer hacia Villa Nougués. Me agarré de la verja. Esperaba el temblor de la Tierra por la caída". El taficeño Juan Carlos Barrionuevo describe con destreza la experiencia cósmica que en la madrugada de ayer tuvieron miles de tucumanos del sur y oeste de la provincia.
Era exactamente la 1.08 de la mañana cuando a Juan Carlos -empleado del Correo Argentino- lo asaltó esa presencia sobrecogedora. Dice que le vino a la cabeza que el objeto ("redondo, de un azul intenso, algo muy bello") era un plato volador que estaba rodeado por fuego, y que tenía un diámetro de tres metros. "Cuando venía cayendo -recordó, con inocultable ansiedad- he visto que se corría con una velocidad incalculable. Y dije: esa nave se destruye en el cielo. Pero desapareció".
En el sur de la provincia sobraron los testimonios de quienes dijeron ver el objeto espacial que surcó el cielo en dirección al noroeste y que, tras iluminar con una luz blanquecina ciudades y pueblos de la zona, se extinguió con un ruido atronador. Fueron muy pocos los que observaron la "bola de fuego".
Pero muchos testimonios coinciden en que advirtieron la especie de relámpago, que durante unos 5 segundos dejó de día la noche, y luego se estremecieron con un trueno. Luego del episodio, registrado minutos después de la 1, cientos de vecinos de Yerba Buena (incluido el director de Defensa Civil de la Provincia, Francisco Medina), Tafí Viejo y el sur de la provincia salieron a la calle a ver lo que había sucedido. Mario Juárez, del barrio San Andrés, se aprestaba a ingresar a su vivienda cuando "una luz blanca intensa iluminó los alrededores".
En Capitán Cáceres, doña Ester de Rivadeo comentó que el "relámpago intenso y prolongado" iluminó el interior de su habitación, y luego "el trueno" que la sorprendió la hizo pensar en la llegada de una tormenta. "Salí y comencé a levantar toda la ropa de la soga, pero cuando miré el cielo me di con que estaba totalmente estrellado, sin indicios de lluvia. Y me quedé pensando -enfatizó- si lo que había visto y escuchado había sido real o un sueño".