La metáfora se convirtió en una brutal realidad

La metáfora se convirtió en una brutal realidad

La novela de Bioy era verosímil porque no podía ser tomada literalmente, opinó el filósofo y profesor de Etica, Samuel Schkolnik.

15 Noviembre 2006
“Diario de la guerra del cerdo” fue escrito como una hipérbole, en la que Adolfo Bioy Casares llevó a un extremo una situación que era verosímil justamente porque era una metáfora. “Pero he aquí que la metáfora dejó de serlo”, reflexionó el filósofo Samuel Schkolnik, cuando se le preguntó su opinión acerca de la brutal agresión contra un hombre de 57 años por parte de dos jóvenes de 19, ocurrida el sábado a la madrugada.
“Tengo para mí que Bioy Casares percibía una mera hostilidad gruñona de los jóvenes hacia los viejos, y que la tradujo mediante una hipérbole. La llevó a un extremo, no podía ser tomada literalmente -señaló-. Pero no creo que haya estado previendo actos (de violencia) como el que ocurrió”.
La oposición entre grupos etarios es inevitable, sostiene Schkolnik. Incluso en las sociedades en las que los ancianos son respetados como guardianes de la sabiduría de la comunidad, la frontera existe. Sin embargo, sostiene el profesor de Etica, hasta hace un tiempo la diferencia entre grupos no conllevaba el componente de violencia extrema, de saña “que no se tiene ni con el enemigo de guerra”, que se ve en casos como el de la agresión a Francisco González.
La hostilidad se manifiesta en muchos ámbitos. “Por ejemplo, no le aconsejaría a nadie de 40 años o más que, pasada cierta hora, anduviera por Corrientes entre 25 y Laprida, a menos que quiera arriesgarse a encontrar patotas de gente que acaba de acceder a la pubertad y que tiene toda la agresividad de una horda -manifestó-. En medio de la brutalidad generalizada, una de las facetas que se manifiesta es aquella según la cual la sola percepción de una persona de edad suscita en un adolescente un impulso de agresión, como quien ha sido ofendido gravemente, o afectado en sus funciones fisiológicas, con una sensación como de asco o de náusea”.