Un testigo relata el horror de la Segunda Guerra

Un testigo relata el horror de la Segunda Guerra

"El sobreviviente" es la obra escrita por el empresario de la construcción de origen húngaro.

10 Agosto 2005
"Las guerras me repugnan, no porque en ellas muera mucha gente, sino porque las personas que mandan a las demás a la muerte quedan vivas". Esta frase, de Duffe Bkooth, es la primera de una serie de citas con las que el empresario de la construcción, de origen búlgaro, Vatiu Koralsky, comienza su libro "El sobreviviente". La obra, en su tercera edición ampliada y actualizada, se presentará mañana a las 21, en el Centro Virla, 25 de Mayo 265. En el mismo acto se presentará el libro "Lo que nos hace grandes", del embajador de Bulgaria, Atanas Budev.
"El sobreviviente" es una obra testimonial en la que Koralsky relata cómo se trasladó desde su Bulgaria natal hasta la Alemania nazi. "Mi primera supervivencia fue a la muerte de mi padre, cuando yo tenía sólo tres años", recuerda. El eje central del relato es de qué manera no sólo sobrevivió a los constantes bombardeos de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial -que causaron la muerte de millones de civiles, según dijo-, sino que logró recibirse de ingeniero diplomado en la prestigiosa Universidad Politécnica de Munich. También cuenta el sufrimiento del pueblo búlgaro sometido por la Unión Soviética de Stalin tras la Segunda Guerra y el hambre que padeció el pueblo alemán que fue víctima de la furia antinazi. "Querían hacer desaparecer a los alemanes, aun cuando ellos no hubieran tenido responsabilidad de la barbarie nazi", señaló a LA GACETA.
Con extraordinaria lucidez, el empresario de 87 años sostuvo que necesitaba contar la verdad. "Yo viví todas estas cosas; viví el horror de la guerra y de la posguerra, y no quiero que quede solamente la historia que escriben los vencedores", sostuvo.
En 1948, Koralsky emigró a la Argentina. "Lo único que sabía de este país es que había carne y mucha comida rica", contó. Al mes de llegar se radicó en Tucumán contratado por la Caja Popular de Ahorros y luego por la Municipalidad. Después montó su propia empresa constructora. "Soy ingeniero civil; estaba preparado para construir grandes autopistas, puentes y diques, pero me tuve que dedicar a hacer casas. Sin embargo, no me quejo, porque así logré sobrevivir", relata. Koralsky es un pionero en el área de la construcción de edificios en altura en Tucumán.

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