El ingenio Concepción pasó a manos del grupo Atanor

El ingenio Concepción pasó a manos del grupo Atanor

Anuncio en Buenos Aires. La compañía fabricante de agroquímicos planea invertir entre 4 y 5 millones de dólares por año durante el próximo quinquenio. Compleja situación patrimonial.

BRINDIS. Miguel Angel González, presidente de Atanor, se prepara para festejar el éxito de las gestiones. BRINDIS. Miguel Angel González, presidente de Atanor, se prepara para festejar el éxito de las gestiones.
28 Abril 2005
BUENOS AIRES.- (De nuestro enviado especial, Juan José Concha Martínez). "Lo compramos. Cerramos la operación casi a la medianoche, pero ya está; nos hacemos cargo del ingenio Concepción". Locuaz, campechano, eufórico, el presidente de Atanor, Miguel Angel González, saludó así a LA GACETA cuando ingresaba al hotel, adonde había sido convocada la prensa del país para recibir el anuncio de la nueva inversión de la empresa en Tucumán. La confirmación de la compra-venta de la principal fábrica azucarera de la provincia era esperada largamente por los distintos sectores empresarios; y aunque había sido anticipada por nuestro diario, los directivos de Atanor aclararon que el proceso se transformó en farragoso por la compleja situación patrimonial, accionaria y financiera en la que se debatía la Compañía Azucarera Concepción.
"Hasta ahora tomamos el control del 75% de las acciones de la Compañía Concepción, pero esperamos llegar a tener el control de entre un 90 y un 95% en los próximos días", informó González durante la conferencia de prensa en la que presentó oficialmente los avances de la operación. "Sabemos lo que significa el ingenio Concepción para Tucumán y para los tucumanos; también sabemos que es un emblema de la actividad azucarera argentina. Y puedo contarles que anoche, cuando la negociación se definía, había algunos accionistas que tenían lágrimas en los ojos, porque seguramente advertían que dejaban atrás toda una historia de vida y de familia. Pero también quiero ratificar que esta compra es parte del proyecto estratégico de Atanor y que esta operación es irreversible", expresó González.
La alcoholera con sede en Munro ya tiene en su poder los ingenios Marapa y Leales; con esta nueva adquisición se transforma en la principal productora de azúcar de la provincia y en el segundo grupo azucarero del país, detrás de Ledesma. Atanor es una de las principales elaboradoras de productos agroquímicos a partir del procesamiento de alcohol etílico, uno de los subproductos del azúcar. En 2004, las ventas de Atanor alcanzaron unos U$S 275 millones de dólares y este año espera lograr una facturación de U$S 300 millones.

Confidencialidad
Flanqueado por los principales ejecutivos de la firma, por el director industrial, Jorge Domínguez, y por el director financiero, Alberto Rodríguez, González se excusó durante gran parte de su exposición -pese a la continua insistencia de los periodistas presentes- de dar a conocer las cifras de la operación, porque. Fundamentó la decisión explicando que hay un convenio de confidencialidad que se lo impide. Aseguró, sin embargo, que la compra incluye tanto los activos como los pasivos de la fábrica, y que como muestra de la decisión Atanor depositó un cheque por U$S 7 millones "para garantizar la seriedad de la operación". Según el informe brindado, el Concepción tiene una deuda total -dentro del concurso y extra concursal- de U$S de 60 millones, un monto que la nueva propietaria de la empresa espera poder renegociar desde una mejor posición."Tenemos una evaluación estimativa, no definitiva, pero creemos que vamos a llegar finalmente a un valor satisfactorio", deslizó González. "Hay muchísimas cosas en juego que vamos a tener que administrar y que determinar, porque estamos comprando todo; por eso no puedo tampoco anticipar hoy el monto de la compra", insistió.
Atanor espera tener en los próximos 90 días los números finales. La adquisición será efectuada en cuotas y a lo largo de varios años, quizás seis o siete. En la compra de los activos también se incluyen unas 7.000 hectáreas de tierra sembrada con caña.

Inversiones
El ejecutivo destacó que la condición fabril del Concepción es muy buena. "Se ve que sus anteriores dueños la cuidaban", señaló. En esa línea, González aseguró que Atanor repotenciará a la fábrica y buscará aumentar su productividad y su eficiencia, y que espera realizar una inversión de entre 4 y 5 millones de dólares por año durante los próximos cinco años. La operación, sin embargo, debe pasar por la aprobación de la oficina de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía, que se expediría en los próximos 90 días, en razón de que todas las grandes operaciones financieras deben superar el control oficial.
Según reconoció también González, uno de los motivos que llevó a apurar la definición de la compra de la fábrica de Banda del Río Salí fue la inminente llegada del período de zafra, momento en el que podría haberse complicado la evolución de las negociaciones. "Después de firmar todo llamé al gobernador (José) Alperovich y al secretario de Agricultura, Miguel Campos, para contarles del éxito de la operación; ellos estaban muy pendientes de todo y la definición les dio una gran satisfacción", dijo González.

Líder en el área de químicos agrícolas

Los orígenes de Atanor datan de 1938, cuando en Munro, provincia de Buenos Aires, se inició la producción de agua oxigenada, ácido acético y acetatos. A comienzos de 1994 concentró su actividad industrial en la producción básica de agroquímicos (herbicidas). En la actualidad, la compañía es la productora de herbicidas más importante del mundo. Elabora en forma industrialmente integrada los tres herbicidas más demandados por la agricultura mundial: los Fenóxidos (derivados del ácido 2,4 D), Glifosato y Triazinas (Atrazina).A partir del alcohol etílico, Atanor produce ácido acético y anhidrido acético, materias primas utilizadas en la fabricación de acetatos y ácido 2,4 D.

Desembarco en Tucumán
En 2001 se incorporó al complejo productivo de Atanor el ingenio Marapa, que, en plena actividad, llega a ocupar a más de 300 personas. Posteriormente, en 2003, con el objeto de asegurar el aprovisionamiento de materias primas, Atanor adquirió las acciones de Moonmate SA, propietaria del complejo agroindustrial Leales, compuesto por 2.200 hectáreas plantadas con caña de azúcar, un ingenio que produce, una planta refinadora de azúcar de última generación con certificación de gestión de calidad ISO 9001, una unidad elaboradora de alcohol etílico y una planta productora de papel. Además de los ingenios, Atanor posee una planta industrial en Río Tercero (Córdoba) y las localidades bonaerenses de Baradero, Munro, Pilar y San Nicolás, donde también se dedica a la producción de alimentos y papel.
En 2004, las ventas de Atanor alcanzaron U$S 273 millones. En sus plantas, emplea a 1.469 personas. Esta cantidad, con la compra del ingenio, prácticamente se duplicará. El año pasado, exportó productos por U$S 80 millones a Brasil, como principal destino. Entre sus ventas externas, los agroquímicos son su fuerte: en 2004 representaron más de U$S 66 millones. Atanor prevé invertir hasta 2007 unos U$S 175 millones en expandir sus negocios.

Empresa familiar con casi 170 años
En octubre de este año, el ingenio Concepción, uno de los máximos referentes de la actividad azucarera provincial, cumplirá 170 años de existencia.
En 1835, en tiempos de unitarios y federales, esta fábrica iniciaba su actividad, fundada por Juan José García. Entonces, era un humilde establecimiento que constaba de unas cuantas cuadras de caña y un trapiche de palo movido por mulas.En las dos últimas décadas del siglo XIX, tras la muerte de García, la modernización vino de la mano de sus sobrinos, los hermanos Juan Crisóstomo y Juan Manuel Méndez. Ellos, precisamente, fueron quienes bautizaron como "Concepción" al ingenio situado en Banda del Río Salí, debido a su fervorosa devoción por la Inmaculada. En 1887, la fábrica pasó a manos de un sobrino de los Méndez, Alfredo Guzmán, en sociedad con Eduardo Leston y con el gobernador Lídoro Quinteros. En aquella gestión se instaló la refinería y en 1902 la firma se transformó en sociedad anónima y pasó a llamarse Compañía Azucarera Concepción. Entonces, se incorporaron como accionistas Manuel Paz, su hijo, del mismo nombre, y su sobrino Alberto Paz. Guzmán administró el ingenio hasta 1923, cuando asumió en su lugar José María Paz, hasta su fallecimiento, en 1965. Entonces, José María Paz (h) lo reemplazó hasta convertirse en presidente de la compañía, cargo que desempeñó hasta 1974, cuando murió asesinado por un grupo guerrillero. Entonces, presidió la compañía Horario García González, y su administrador delegado fue Luis Manuel Paz.

Enfrentamiento
En mayo de 2000, la dirigencia del ingenio entró en una crisis debido a un enfrentamiento entre Luis Manuel Paz y César Paz, cuyo grupo, posteriormente, se quedó con el 82% de las acciones. Desde octubre del año pasado la empresa paga los vencimientos del concurso de acreedores en que se encuentra. La compañía que fue, durante 169 años, propiedad de una dinastía familiar, ahora fue vendida al grupo Atanor.

"Tucumán es una provincia bendecida"

Buenos Aires (Enviado especial).- "Atanor es una empresa a prueba de gobiernos. Fuimos grandes durante los gobiernos de (Carlos) Menem y de (Fernando) de la Rúa y seguiremos siéndolo ahora". Miguel Angel González desgranó sus ideas sobre la política, la economía y, especialmente sobre la provincia. "Para nosotros, Tucumán es una maravilla, una provincia altamente receptiva para nuestras inversiones. No nos ayuda, pero tampoco nos molesta", explicó.
Admitió que la compra del mayor ingenio de la provincia se debe a la necesidad estratégica de Atanor de autoabastecerse de alcohol, porque tiene una gran demanda que cubrir para elaborar sus principales productos: agroquímicos, herbicidas y fertilizantes masivamente utilizados en la actividad agrícola y los derivados químicos (solventes, soda cáustica, etcétera) que usan el alcohol como materia prima. "Argentina puede llegar a una cosecha de granos de 100 millones de toneladas -ahora se acerca a los 70 millones- y ese es nuestro futuro", dijo. "Vamos a buscar dar una mejor productividad a la elaboración de azúcar, como ya lo hicimos en el Marapa y en el Leales", insistió, y calificó el problema energético que enfrenta Tucumán por las dificultades en el suministro de gas para las industrias como "un nubarrón, que seguramente derivará en un aumento de los costos industriales y en los precios". De todas formas, se mostró confiado en que con las inversiones proyectadas en el futuro el riesgo disminuirá. "Tucumán es una provincia bendecida; tiene prácticamente hasta la lluvia programada y muestra un bajo riesgo climático. Pero a veces da la impresión de que tantos dones le han quitado la iniciativa", dijo.
En cuanto a la situación macroeconómica, González atribuyó el actual escenario inflacionario a un problema principalmente de falta de inversión, a una reactivación del consumo y a la escasez.

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