Galería 26 fotosReviví la tarde mágica de Violetta en Tucumán. LA GACETA / Fotos de Osvaldo Ripoll, Héctor Peralta y Diego Aráoz (Todas de reproducción prohibida)
Reviví la tarde mágica de Violetta en Tucumán. LA GACETA / Fotos de Osvaldo Ripoll, Héctor Peralta y Diego Aráoz (Todas de reproducción prohibida)
Encontrar un nene entre ese mar de chicas era como hallar una aguja en un pajar. No tenemos porcentajes exactos, pero podríamos decir que el 99,9% del público seguidor de Violetta está compuesto por nenas. Pero Santiago Ahumada Aguirre (7 años) tiene dos hermanas, Lola y Emilia, que le contagiaron su pasión por la cantante y bailarina más amada de Disney. Los tres fueron a ver el show acompañados por Ana Aguirre, su mamá. Santi no tiene miedo de que sus compañeritos de la escuela le hagan bromas pesadas porque le gusta Violetta. “A muchos les gusta, pero no todos lo dicen. A mí no me importa mucho”, sostiene con toda seguridad.
Entre las 20.000 chicas, chicos, padres y madres que fueron a ver el show, había una cantidad sorprendente de vendedores de merchandising de Violetta, de comidas, de café y torta para matar el frío. También hubo quienes por un momento cambiaron de rubro y salieron a las calles de La Ciudadela a hacer unos pesos extra. Daniela De Gregorio (foto) es arquitecta y se animó a pintar nenas antes del espectáculo. La acompañaron Julieta Jerez, comerciante, y Aldana Clemente, estudiante de Criminología. Jamás en su vida hicieron body paint ni nada que se le parezca, pero como ellas dicen... “la necesidad tiene cara de hereje”. De paso se divirtieron y tomaron unos mates.
Unos minutos antes del show, Agostina Fernández (5) le brindó el último reporte a su mamá por teléfono. “Estoy muy bien, me compré una gorra y una bandera de Violetta”, le contó. La mamá, que estaba trabajando (es maestra en una escuela) se quedó tranquila. Agostina fue al recital de su cantante favorita acompañada de su tía madrina, Guadalupe Fernández, quien se encargó de cuidarla y de prestarle el teléfono para que la mamá estuviera al tanto en todo momento de cómo la estaba pasando la nena.
Cuando le preguntaron a Josefina Galleguillo qué quería para su cumple número 10, ella no lo dudó un minuto: viajar a Tucumán a ver a Violetta, porque vive en Catamarca. Su papá es Carlos Galleguillo, hermano y manager de Sergio, el cantante folclórico, y decidió duplicar la apuesta: invitó a 10 amigas para que la acompañaran. En total, fueron 14 las personas que viajaron a nuestra provincia para asistir al show de Violetta. “No podía haber mejor regalo”, dijo la cumpleañera, muy feliz, a pocos minutos de ingresar al estadio.
odo estaba planeado para que el día del show la encargada de llevar a María del Luján y María del Milagro fuera su mamá. Pero las cosas no salieron como lo pensaron cuando compraron las entradas. “La mamá estaba con frío, se quiso quedar en la cama, así que me tocó a mí...”, dijo Andrés Miranda con resignación. Él fue uno de los miles de papás que respiraron hondo y llevaron a las nenas a ver el show de su ídola. Claro que a él Violetta no le gusta demasiado, pero todo sea por las chicas. “Las tengo que cuidar mucho, hay muchísima gente y tengo miedo de que se pierdan o se separen”, confesó. A pesar del frío y del cambio de planes, Andrés le puso onda.
Algunas más, otras menos, pero todas las chicas que fueron a ver el show tenían algún distintivo de Violetta que les adornaba el cuerpo. Nerea, Serena y Constanza mostraban de todo: sombreros, gorras con tachas, banderas y credenciales de su ídola. Llegaron a La Ciudadela desde Lomas de Tafí acompañadas por Romina Bazán y Vanesa Jerónimo.
Según Tomás, un pequeño vecino del estadio, “Violetta es cosa de niñas”. Pero a pesar de su afirmación, se ponía colorado y nervioso cuando el cronista de LA GACETA le preguntaba qué hacía con los binoculares listos para espiar el show que estaba a punto de comenzar en San Martín. “No, no es para espiar. Además desde mi terraza no se ve el escenario y Violetta es para niñas”, respondió. Parece que Tomás y su amigo Tiago ya tenían todo bien calculado...
Gabriel Cabrera y Alejandro Ortiz saben reconocer las oportunidades y destacan que hoy, lo que vende, es Violetta. Los dos son cordobeses y vienen recorriendo la Argentina, siguiendo a la ídola de Disney para vender sombreros, gorras, banderas, vinchas y credenciales con su imagen.
Algo tienen en común Valentina Degregorio (10 años) y Lourdes Sandoval (7): están dispuestas a viajar la distancia que sea necesaria para disfrutar a su ídola en vivo. Y ambas la vieron en más de una oportunidad. Valentina se vino desde Buenos Aires, recorrió más de 1.200 kilómetros hasta el estadio San Martín para asistir por tercera vez al show, porque lo había visto dos veces en el Luna Park. Su papá, Guillermo (sosteniendo el bolso), la apoya en su pasión por la princesa de Disney. Lourdes, en cambio, es tucumana y ha viajado a Buenos Aires para verla en el Luna Park. Además, hubo otra coincidencia: las dos, sin conocerse, se encontraron en la primera fila.
¿Por que Violetta siempre actúa en Buenos Aires?”, preguntaban las nenas. Por fin vino a Tucumán e Ivana Juárez, Victoria Díaz y Camila Lescano se prepararon para bailar y cantar todas sus canciones.
”Hace tres meses tenemos las entradas y estamos renerviosas porque estamos más cerca de ella”, confesaron Valentina Argañaraz y Pía Aguirre.
Susana maquilló a cientos de fanáticas. “Voy con Violetta a todos los lugares que puedo -explicó-. Vengo de Buenos Aires y me encanta mi trabajo”.
oraya Llave Monclés, Luciana Ruiz, Guadalupe Ruiz y Camila Ruiz quieren ser como Violetta cuando sean grandes. Conocen todas las letras y aman a León. Cantaron unas estrofas de sus temas preferidos mientras posaban para LAGACETA.
Toda la familia presente: los papis junto a Abril Toledo, Rosario Aylén y hasta el bebé Lionel Toledo, emponchados para disfrutar del show.
Micaela y Yazmín Muame gastaron todo su semanal en banderas y gorritas para alentar a su ídola.
Rosario Gianserra y Natalia Puertas acompañaron a sus hijas -súper fans de Violetta- Isolina Robinson, Candelaria Robinson, Pilar Padilla y Rosario Padilla. Confesaron que habían olvidado dónde estaban guardadas las entradas, pero por suerte aparecieron a tiempo.
Milagros Montoya, de 3 años, estuvo bailando toda la mañana los temas de Violetta. Sus papis, Mariela Rodríguez y Pablo Montoya, y su hermana, Catalina, aplaudieron todas las coreografías.
Se pusieron toda la ropa de abrigo para no faltar al show Alejandra Martínez y sus hijas Lucía y Florencia Abdelnur.
Ni el frío intenso impidió que Jéssica Colque y Carla Olea llegaran desde Concepción a ver de cerca a Violetta.
“Actúa en cancha de los ‘santos’ y aquí estamos”, desacaron Marcelo Cristian Duguerti y Ruth Tolaba, quienes asistieron con Nadia Espejo a disfrutar del espectáculo.
“Las nenas vienen a ver a León y a Violetta, sus ídolos. Nosotras queremos ver a Diego Ramos”, revelaron, sin ponerse coloradas, las mamás Liliana Medina, Cintia Gómez y Rosita Acosta. Después posaron junto a sus nenas: Camila Graneros, Martina Paz y Sofía Rocha García.
“Somos refanáticas, ¿se nota?”. Pilar Ibri, María Eugenia Racedo y María Laura Racedo les pidieron a sus mamis, Emilia Guchea y Adriana Díaz Turbati, que portaran los banderines y corazones que habían hecho.
Para los vendedores se trata, simplemente, de fotos colgantes. Pero para las seguidoras de Violetta se llaman credenciales. Entonces, como el cliente siempre tiene la razón, los ambulantes las ofrecen como credenciales. “Es un nombre que le pusieron las chicas fanáticas de Violetta. Solamente en sus shows las llamamos así, credenciales. Si no, son simplemente fotos colgantes”, explicó Gabriel Cabrera, un vendedor cordobés que recorrió la Argentina siguiendo a la estrella de Disney.
AMOR QUE ATRAE. Las escenas románticas entre León y Violetta fueron encantadoras... ¡al final se besaron!
