04 Feb 2017
1

La boda de mi mejor amigo

Un aspecto conmovedor de la película La boda de mi mejor amigo es el vínculo de la protagonista (encarnada por Julia Roberts) con George, su incondicional amigo gay. Este personaje -magistralmente interpretado por Rupert Everett-, aún cuando advierte que su amiga está cometiendo una locura al querer impedir ese casamiento… la escucha sin juzgarla, le da buenos consejos, incluso la ayuda fingiendo ser lo que no es, hasta que, frente a lo inevitable, termina bailando con ella en la fiesta, haciéndola reír. Como esta, otras películas y series -Will and GraceSex and the city, por poner algunos ejemplos-, muestran la amistad entre una mujer heterosexual y un hombre gay. Reflejando, por un lado, lo frecuentes que son estos vínculos y, por otro, su alta calidad.

Algo muy diferente ha ocurrido respecto de las amistades entre hombres heterosexuales y hombres gay: han sido mucho menos habituales (hablamos de verdadero afecto, no de vínculos superficiales, meramente sociales). ¿A qué se debe este hecho? Sin duda, la homofobia ha condicionado fuertemente el surgimiento de estos lazos: los hétero los evitaban -y algunos, todavía los evitan- por temor al hostigamiento y al rechazo de sus pares, o a ser considerados “del otro bando”. Es probable, además, que existan quienes sientan que no tienen demasiado en común con los gays como para cultivar una amistad. 

Por otra parte, no es de extrañar que los hombres homosexuales hayan sido –y sigan siendo, en especial en algunos ámbitos- cautelosos al acercarse a los “straights” con estos propósitos, justamente por miedo a toparse con una negativa, dado los prejuicios que todavía circulan.

Amistad “bromosexual”

Sin embargo, actualmente las llamadas amistades “bromosexuales” (es decir, entre un hombre gay y uno que no lo es) han empezado, por suerte, a hacerse más frecuentes, gracias a la creciente aceptación tanto de la homosexualidad como de otras expresiones de la diversidad sexual. Esto se ha traducido también en un mayor interés, atención y respeto por parte de los medios de comunicación, el cine, la literatura, los blogs, etcétera. Incluso los científicos sociales han empezado a investigarlas. 

Al parecer, el momento en que se forman estos vínculos puede ser crucial: los investigadores se refieren al efecto positivo de una “salida del clóset” a edades más tempranas (respecto de lo que ocurría en otras épocas). Porque sostienen que esta muestra de confianza aumenta las posibilidades de construir amistades más abiertas y honestas con esos compañeros de la adolescencia en la edad adulta.

Por otra parte, las nuevas concepciones respecto del género y la orientación sexual han flexibilizado a muchas personas en relación a ciertas ideas estereotipadas, binarias: masculinidad/feminidad, heterosexualidad/homosexualidad, etc. Una menor rigidez en este sentido permite que dos hombres de orientaciones diferentes se atrevan a hablar con libertad sobre sus vidas sexuales y románticas, sin sentirse amenazados. Algo que, obviamente, fortalece la amistad.

Comentarios

Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.