El preservativo

13 Nov 2016
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El preservativo

El preservativo es el único método anticonceptivo capaz de, al mismo tiempo, reducir significativamente las posibilidades de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH-Sida. Pero para eso resulta fundamental que sea utilizado correctamente.

En primer lugar, es necesario que los preservativos sean guardados de forma tal que no se alteren sus condiciones ni se vuelvan más propensos a romperse. Tienen que estar en un lugar fresco y seco (si son expuestos al calor o a la luz solar directa hay mayores chances de que se dañen). No es conveniente llevarlos en el bolsillo trasero del pantalón, en la guantera del auto o la billetera. Lo ideal es más bien proveerse de un par de ellos justo antes de saber que serán necesarios. Deben, por supuesto, permanecer en su envoltorio hasta el momento de ser usados.

El siguiente paso es verificar su fecha de vencimiento (aquellos que están vencidos no deben ser utilizados, porque pueden romperse y fallar). Otra forma de confirmar que no hay problemas es apretar levemente el paquetito cerrado, entre los dedos pulgar e índice: debe sentirse un poco acolchonado, por la presencia de aire en su interior, indicando que no hay rajaduras en el mismo. Si no fuera así, debe descartarse, al igual que si el preservativo está pegajoso, frágil o descolorido.

La ceremonia de apertura, por más urgencia que exista, debe hacerse con cierto cuidado, y con los dedos –no con los dientes, ni con tijeras u otros elementos cortantes- para que no se rompa el preservativo. La manera más fácil y rápida es desde los bordes que tienen forma de zigzag.

Algo fundamental es que la colocación se realice cuando el pene está erecto, para evitar que se salga. Se hará desde su extremo –y tomando la precaución de mantener apretada con dos dedos la punta del látex, que servirá de depósito para el semen, a fin de que no quede aire-, desenrollándolo hasta llegar a su base y cubrirlo por completo, alisando cualquier burbuja que pueda surgir.

Es necesario emplear este método desde el comienzo y durante toda la relación sexual. Y debe retirarse inmediatamente después de eyacular y antes de que haya desaparecido la erección, sujetándolo por la base para evitar que se derrame el semen. Para esto también, una vez retirado, se anuda  su extremo abierto. Su destino es el cesto de basura y no el inodoro, ya que puede obstruirlo (no es biodegradable).

Es importante que se emplee un preservativo por cada relación y por cada práctica sexual (por ejemplo, si ingresan a la vagina bacterias que se encuentran en el recto, es muy probable que se produzcan infecciones). En cuanto al uso de lubricantes, no son recomendables la vaselina, el aceite o la crema de manos, porque pueden dañar el látex. Lo mejor es usar aquellos a base de agua.

Los mismos pasos deben seguirse para colocar un preservativo en un juguete sexual. Y es importante hacerlo: los materiales de los que están hechos estos objetos no siempre son seguros para el cuerpo y algunos, además, pueden ser difíciles de limpiar correctamente.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.