Se sentaron en círculo y comenzaron a hablar de la situación que los aquejaba. Estaban tensos y apasionados. La conversación empezó a tomar calor. Estaban analizando cuestiones que los afectaban desde hacía mucho tiempo. Habían identificado lo que estaba obstruyendo la armonía en el grupo. Hicimos una propuesta: ¿Podrían ponerle nombre a la situación? Eligieron llamarla "El Torero"
Empezaron a hablar de él. Cómo era, qué hacía, cuántos años tenía, qué producía "el Torero" en la oficina etc. Estaban más distendidos y calmos y podían analizar la situación con mayor claridad.
Dimos un paso más...¿A quiénes implica el Torero? ¿Quiénes son necesarios para modificarlo? Reconocieron quiénes eran las personas que tenían que estar en esa reunión y cuáles acciones tenían que llevar a cabo cada uno/a para transformar la situación. Pudieron ver que, en alguna medida, todos tenían responsabilidad en el cambio y que tenían que hacer algo. El "culpable" había desaparecido. Ahora todos estaban en contra de "El Torero" y era a él al que tenían que modificar.
Y por fin la pregunta: ¿Qué tenemos que agradecerle a "El Torero"? ¿Qué nos ha enseñado? Al principio estaban confundidos. Ellos habían concebido a "El Torero" como algo negativo y que de bueno no tenía nada. Sin embargo al comenzar a analizar la situación pudieron advertir las enseñanzas, las ideas y el impulso que les había dado como equipo el encontrarse en esa situación. Ahora, gracias a eso, estaban sentados juntos diseñando su futuro. Habían convertido el metal bajo en oro. Se habían convertido en alquimistas.
Comentarios:
Una de las primeras claves en materia de conflictos es separar a la persona de los problemas. Enojarnos con el conflicto, atacar al conflicto y liberar a las personas sin juzgarlas . Esta mirada genera un clima creativo y nos responsabiliza a todos como parte del sistema conflictual. "Todo es culpa tuya" vs. "Algo estoy haciendo para que esto suceda"
Y luego el paso final es ver lo que enseñan y en lo que nos ayudan los problemas. Todo vale si sabemos mirar. Recibir a los conflictos como si fueran huéspedes es el secreto oculto de la alquimia.
¿Cree que puede convertirse en alquimista?
Comparto un poema de Rumi:
"El ser humano es una casa de huéspedes.
Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad
Cierta conciencia momentánea llega
Como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,
Que vacían tu casa con violencia
Aún así, trata a cada huésped con honor
Puede estar creándote el espacio para un nuevo deleite
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
Recíbelos en la puerta riendo e invítalos a entrar
Sé agradecido con quien quiera que venga
Porque cada uno ha sido enviado
Como un guía del más allá..."
¡Hasta la próxima!
