Jugar o no. That is the question....

13 Abr 2015
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Jugar o no jugar....

Todo grupo de personas, cuando dialoga o discute, argumenta. Cuando ese grupo crea una organización (micro: un empresa o macro:un estado) crea también sus reglas. Cuando esto sucede, toda la argumentación que se realice tendrá en cuenta esas reglas para poder ser válida.

Si consideramos a las reglas como un marco en donde se realizan las argumentaciones, toda argumentación que esté dentro del marco será posiblemente válida y la que salga del marco será inevitablemete nula y rechazada por contradecir las reglas.

Jugar el juego…o no.

Comparemos a la argumentación con un juego. Podemos ver que todo juego tiene reglas. Aquí los argumentos serían las jugadas. Un argumento niega todo lo que lo contradice y vence cuando no es refutado. Sea por falta de creatividad o por no poder hacerlo (imposibilidad según las reglas). Por ejemplo una sentencia del más alto Tribunal.  El argumento no refutado, sea por el motivo que fuere, vence y clausura el juego.

El juego argumentativo se limita a confrontar los argumentos de los participantes y puede culminar con una decisión final que dice quién tiene la razón dentro de las reglas. En el juego de la argumentación hay límites que no pueden ser transgredidos (jugadas nulas). Allí la convicción y el consenso no cuentan.

Según sea el contexto, el juego puede otorgar pesos a los argumentos y establecer órdenes de preferencia. Ganará quien mejor conozca los pesos que las reglas otorgan y quien mayor convencimiento logre respecto de su argumento a quién le toca decidir. El otro perderá.

Las órdenes, instrucciones, decisiones y sentencias de toda organización establecen y resguardan a las reglas del juego. Deben establecerlas y resguardarlas si, como todo sistema, pretende sobrevivir. Sin embargo los jugadores pueden siempre, en alguna medida, dejar de jugar el juego, retirarse o no entrar nunca.

Jugar o no jugar el juego argumentativo y aceptar sus reglas y tomar a una regla o decisión de un tercero (actual o hipotética) como razón para actuar, es una decisión personal, una elección. Por ejemplo un subordinado que decide no obedecer una orden renunciando y retirándose del juego que establece las reglas, órdenes y jerarquías. Es decir puede dejar de jugar al subordinado.

Jugar o no. That is the question...

En la mediación las partes tienen un gran abanico de posibilidades de jugar otro juego y de crear otras reglas para resolver sus diferendos mediante la convicción, la colaboración y el consenso.

¡Hasta la próxima!

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