Blog.Mediador quiere saludar a sus entusiastas lectores para esta Navidad y en agradecimiento a ellos lanza el super...:
¡CONCURSO NAVIDEÑO! IMPORTANTES PREMIOS. SUMATE.
¿Qué inspiró el concurso?
Venía caminando por la calle Ayacucho creo que antes de llegar a San Lorenzo. Por la acera del frente un hombre iba caminando apresuradamente. Se acercó a un cesto de basura y muy apurado, lanzó un bollito de papel y continúo su camino. El papel, como en la película Match Point, se debatía entre ingresar o caer al suelo. Finalmente cayó a la vereda.
El hombre no pudo advertirlo porque ya se encontraba a metros del lugar. Y aquí sucedió lo extraordinario, lo increíble y lo maravilloso de esta historia. Un joven que venía detrás de él, anónimo, en silencio y sin advertir mi presencia, se agachó, levantó el papelito y con mucha paciencia lo depositó en el cesto y continuó su camino.
¿Tendrá conciencia ese joven misterioso de la lección que me estaba dando? ¿Sabe que por alzar un papel ha tenido influencia en mi vida y ahora su historia está en este diario influyendo a miles de personas.
Josephson cuenta una anécdota similar:
"Un hombre y su pequeño hijo fueron de compras, y cuando cargaban los comestibles en el auto, el padre le dijo al niño que devolviera el carrito"
“Vamos, papá” respondió el hijo. “Hay carros por todos lados, nadie los pone de vuelta en su lugar. Para eso tienen empleados que lo hacen”.
El padre dudó un minuto, pensando si valía la pena seguir la discusión. Pero luego vio una pareja de ancianos caminando juntos hacia el mercado, llevando de vuelta el carrito que habían usado.
Y el padre dijo: “hijo, hay dos clases de personas en el mundo: los que ponen los carritos de vuelta, y los que no lo hacen. Nosotros pertenecemos al primero grupo”.
Gracias a una pareja de ancianos y a su padre el niño recibió una lección que quizás nunca olvide.
¿Tomamos conciencia de cómo nuestras conductas pueden influir en los demás?
Participá y gana:
El concurso que este blog propone es justamente ese. Hacer cosas sencillas que parecen insignificantes. Por ejemplo: Levantar un papel, llevar el carrito del super a su lugar, dejar pasar a alguien primero en la puerta del banco, frenar para que pase el otro auto, decirle buen día y gracias a quien atiende un kiosco, etc.
El premio que obtendremos es que nuestra acción puede tener, sin que lo sepamos, la misma repercusión que el ejemplo del héroe del papel y así cambiar algo y entonces cambiar todo.
Puedes publicar tu experiencia contactándote con este blog.
Decía Einstein: “Dar el ejemplo no es la forma principal de influir a los demás, es la única forma”.
Le pregunto: Ud... ¿hace lo que dice?
En esto radica todo el Misterio de la Navidad. La Navidad es eso, es la Palabra que se hizo carne...
¡Felices Fiestas!
