¡Hello Cuba!

18 Dic 2014
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EEUU CUBA

Como muchos sabrán las relaciones entre Cuba y EEUU estarían por iniciar un nuevo derrotero. En efecto habría una aproximación entre la Habanna y Washington.

Algunos hablan de “el desmontaje de la última reliquia de la Guerra Fría en Occidente” Muchas son las visiones respecto de esta novedosa cuestión. Como siempre hay contentos y descontentos. Por un lado están quienes sostienen que esta es una decisión equivocada y que este “deshielo” es un error por tratarse de una especie de recompensa hacia Cuba. Otros, en cambio, usan términos como “capitulación cubana”.

Hay quienes expresan que se trata de una movida de ambos países por motivos puramente económicos ya que la política de embargos sobre la Isla impide el comercio al sector agricultor y al empresarial. Hay muchos que dicen otras cosas y por último hay quienes no dicen nada.

Sea cual fuere el motivo, se deba a cuestiones políticas, económicas, estratégicas e incluso personales, conocidas o no, podemos decir que se trata de un cambio histórico en relación bilateral entre Cuba y EEUU. Es, aún cuando la derogación de la ley de embargo resta pasar por el Congreso de los Estados Unidos, por donde lo miremos, una aproximación entre ambos países.

Una de las opiniones que más me llamó la atención, sin dejar de lado la parte de verdad de las demás, es la que habla de que esto ha ocurrido en virtud de un “cambio generacional”. Esta idea sugiere que este cambio no depende de nadie o en todo caso depende de todos. Yo creo que la cosa va más allá de: “hace mucho pasaron los 70´”

Hace más de treinta años Alvin Toffler publicaba “La Tercera Ola”. Toffler describe la configuración que tomaría el mundo una vez superada la era industrial, las ideologías, los actuales modelos económicos y de gobierno. La idea parte de una evolución humana mucho más profunda que complejas teorías políticas, económicas o divertidas teorías conspirativas.

En la tercera ola se habla de una amplificación de la fuerza del ser humano en diversos aspectos y materias. En su obra anticipa que la humanidad considerará a toda la naturaleza como un bien que proviene de Dios y que se realizarán cambios que la unirán y la aproximarán al sumo Bien.

Decía Toffler: “La humanidad se enfrenta a un salto cuántico hacia adelante. Se enfrenta a la más profunda conmoción social y reestructuración creativa de todos los tiempos. Sin darnos cuenta claramente, estamos dedicados a construir una Civilización extraordinariamente nueva”

En su obra “El Porvenir del Hombre” Pierre Teilhard de Chardin enseña que el sentido de la evolución involucra tanto la materia, la vida y el pensamiento (o el espíritu) y habla de una “pluralidad de reflexiones individuales agrupándose y reforzándose en el acto de una sola reflexión unánime”. “Ningún futuro evolutivo aguarda a la persona si no es en asociación con los demás”. De Chardin habla de un punto de Unión hacia el que todo confluirá.

¿Es la acción de estos países, sea cual fuere su intención, un paso hacia la unión? ¿Será que quienes impulsan estos cambios, por los motivos que fueran, están siendo constructores mitad conscientes mitad inconscientes de algo mucho más complejo y profundo?

¿Qué es esta sociedad que formamos todos juntos pero que ninguno hemos querido y planificado tal como hoy existe y que sólo es y permanece porque muchas personas particulares quieren y hacen algo, esa sociedad cuya estructura y grandes transformaciones históricas no dependen de la voluntad de las personas individuales”?(Elias 1990)

Vienen a mi cabeza todas las otras manifestaciones de unión que han surgido en el mundo y que al parecer tienen idéntica tendencia. Sin ir más lejos ¿no es acaso la mediación institucionalizada otro de estos tantos síntomas?

Algunos dirán: ¡Claro, pero hay muchas manifestaciones de desunión! Y es cierto. Por eso me pregunto ¿Serán estas manifestaciones transiciones o pasos? ¿Serán estos casos, en alguna medida, estados de unión en sí mismos? Podríamos válidamente preguntarnos: ¿Por qué no están peor?

Hay algo en nuestra esencia que es muy preciado y aunque perece corromperse, no muere y es la voluntad de unir. Somos oro, algunas veces un poco deteriorado pero oro al fin. Decía S. Agustín de Hipona: “Es más apreciado el oro deteriorado que la plata y es más estimada la plata deteriorada que el plomo pulido.” Es decir que por muy destruida que esté una relación entre personas, organizaciones y países hay un principio vital que siempre puede vivificarnos. Este principio vital es el que hace que aunque no queramos y aunque tengamos intenciones diversas, al final siempre buscamos formas nuevas de unirnos.

Celebro lo que este paso tiene de positivo y ruego que genere nuevas relaciones de paz, bienestar y alegría al Pueblo Cubano, al Pueblo Norteamericano y a toda la humanidad.

¡Hasta la próxima! 

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