Lucha curandera.

22 Ago 2014
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Lucha curandera

Resumen: Pelear para no pelear.  La intención paradójica

Un hombre tenía problemas de transpiración en sus manos. Cuando hablaba en público o se exponía sus manos transpiraban y se mojaban muchísimo. Esa situación le había creado un gran complejo (Hidrofobia). Cada vez que saludaba a alguien sus manos estaban mojadas. Solía limpiárselas en su costado para no mojar a los otros. Ante tal dificultad recurrió a un terapeuta que, en la primera sesión, le dijo:

“Creo que estás transpirando poco y que estás privando a la gente de tu verdadera capacidad sudorípara. ¡Ve y demuestra a tus compañeros lo que es sudar!. Cuando el joven puso voluntad para sudar más, advirtió que sus manos estaban secas.

Una señora padecía temblores y era incapaz de sostener una taza de agua o de café sin derramar su contenido. Un día, durante una sesión de terapia, la mujer comenzó a temblar. Su terapeuta le dijo:“¿Qué le parece señora si organizamos una competición de temblores?. Vamos a ver quién de los dos puede temblar más rápido y por más tiempo”. Comenzaron a temblar y el profesional le insistía: “¡Vamos se está quedando. Más rápido!”. Ella no pudo seguir y se detuvo. La mujer se levantó, fue a la cocina a buscar una taza de café y volvió sin derramar una gota. Los temblores habían desaparecido. El terapeuta se llamaba Víctor Frankl y la técnica que estaba utilizando era la Intención paradógica.

Me pregunto querido lector: ¿Por qué no pelea un poco más? ¿Qué pasa? ¡Creo que Ud. podría ser mucho más descortés de lo que es! Muéstrele a su familia y a sus amigos lo que es ser desatento. No prive a quién está a su alrededor de disfrutar de su capacidad de decir palabras hirientes. ¡No se quede atrás!.Creo que Ud. podría ser mucho más mentiroso de lo que es. ¡Vamos! ¡A seguir peleando!. Sus compañeros de trabajo, sus hijos y sus conocidos aún no han visto nada. Ud. puede ser mucho más desordenado ¡Inténtelo!. ¿Cree que no puede ser más egoísta? ¿Quién se lo dijo? ¡Ahora van a ver lo que es ser egoísta! ¿Se cree deshonesto? ¡Por favor! Aún no hemos disfrutado de su deshonestidad…¡Adelante!*

Es muy común que, ante situaciones de conflicto, las partes y el mediador busquen salir de la situación que los implica y por ello muchas veces se arriben a acuerdos superficiales con promesas de cambios de actitudes que parecen forzados o con compromisos que no están dentro de las actuales posibilidades físicas, psíquicas o espirituales de las partes. Muchos ansiamos ser como deberíamos ser y hacemos grandes esfuerzos por parecernos a eso. Sin embargo la negación de lo que nos entorpece, nos entorpece mucho más. Cuando negamos la existencia del conflicto, el conflicto se agrava más.

El mediador debe ingresar, sin intención terapéutica y sin temor, al mundo de lo que las partes consideran negativo en ellos, en los demás y en la relación o a lo que simplemente niegan. Mediante preguntas puede lograrse que los implicados muestren en la mesa lo que consideran que son sus defectos, valorizarlos y ponerlos en un lugar similar a donde ponía Frankl a sus pacientes, salvando las diferencias de los objetivos de ambas intervenciones. Con esto se intenta evitar dos caminos contraproducentes:1) La fuga de las actitudes negativas o del conflicto y 2) la lucha en contra de ellas. Y se logra, en cambio, aceptación para la tranformación.

Podríamos hacer preguntas como: ¿Qué es lo que peor hace Ud.? ¿Y por qué no lo hace con mayor frecuencia? ¿Qué ventajas y aprendizajes le ha brindado a Ud. y a los demás esa mala actitud? ¿Por qué no discuten más? ¿Creen que esta semana podrían estar más peleados? ¿Cómo lo harían?

La intención paradójica propone la práctica voluntaria y exagerada de lo que consideramos un defecto para asumirlo en toda su dimensión y vivirlo plenamente. Nos desafía a conocerlo y reconocerlo y a tomar una más profunda conciencia de su existencia en nosotros. Nos interpela a aceptarlo y a caminar con él. Nuestra debilidad nos constituye y porque somos frágiles y débiles necesitamos de los demás y porque tenemos vacíos necesitamos llenarlos. Es importante amigarnos con nuestros defectos sin miedo ni exagerado deseo de cambio. Pues enseña Frankl que:

“El temor realiza lo que teme y el deseo forzado imposibilita lo que propone”

También en los conflictos exagerar lo que tememos es una lucha curandera.

¡Hasta la próxima!

*Advertencia del bloguero: Querido lector: No tome la invitación de este párrafo al pie de la letra y no lleve a cabo la lucha curandera sin un profesional curandero que lo guíe. Este bloguero no se hace responsable de exageradas exageraciones que pueden ser contraproducentes para Ud. y para quienes lo rodean. La exageración por intención paradógica necesita de ámbitos y modos adecuados. ¡Consulte a su curandero amigo!. Muchas Gracias. 

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