Los hombres-mono de Stalin

23 Oct 2017
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Ilustración.


Aunque se atribuye erróneamente la idea de intentar crear mediante inseminación artificial un ejército de hombres-mono a Iósif Stalin, el dictador soviético de tupido bigote, el verdadero promotor de aquel descabellado plan fue un científico llamado Iliá Ivanov, quien fue un biólogo soviético que se especializó en el campo de la inseminación artificial y la hibridación interespecífica de animales.

Hacia 1910 Ivanov propuso en el Congreso Mundial de Biólogos en Graz (Austria) la posibilidad de hibridar hombres con monos mediante inseminación artificial. La idea parecía bastante posible a la luz de sus anteriores investigaciones en distintos animales.

Ivanov había practicado con bastante éxito la inseminación artificial para obtener varios híbridos interespecíficos. Uno de ellos, fue el cebroide (híbrido de cebra y burro), el zubrón (híbrido de bisonte y vaca doméstica) y un híbrido de un antílope y una vaca, de ratón y rata, de ratón y cobaya, cobaya y conejo, conejo y liebre y muchos otros.


El Cebroide eclipse es un híbrido entre cebra y burro.


Hacia 1924 Ivanov trabajaba en París, allí consiguió apoyo de Nikolai Gorbunov, un político y funcionario soviético, para investigar sobre el proyecto de desarrollar híbridos del tipo humano-chimpancé en Kindia, una región de la entonces Guinea Francesa, en el Oeste de África.

Hacia 1926 Ivanov viajó a Kindia pero no tuvo éxito, por la sencilla razón que no consiguió chimpancés sexualmente maduros para iniciar sus experimentos. De regreso en Rusia, Ivanov implementó su nuevo plan para crear un híbrido entre humanos y simios. Con ese fin, había enviado desde África 20 chimpancés hembras y machos.

La idea era formar una colonia de chimpancés soviéticos dispuestos a donar su simiente a mujeres rusas para los primeros ensayos. Desafortunadamente, todos menos cuatro de los animales murieron antes de llegar a Rusia, principalmente debido al frío invierno europeo.

Como consecuencia de ello, Ivanov llevó los cuatro primates restantes a Sujumi, una región más cálida de la URSS.

Entonces (no sabemos cómo ni con qué clase de argumentos) logró convencer a cinco mujeres locales para que aceptaran la inseminación artificial con esperma de chimpancé. Sin embargo fue una vez más incapaz de llevar a cabo el experimento ya que los últimos cuatro chimpancés murieron poco después de llegar.

Sólo quedaba un apuesto y simpático orangután llamado Tarzán, que oficiaría de padrillo en esta loca empresa científica; sin embargo Tarzán moriría por una hemorragia cerebral, con lo cual Ivanov tuvo que escribir una carta a las enfermeras que cuidaban de las mujeres voluntarias donde decía: “El orangután ha muerto, estamos buscando un reemplazo.”

En el curso de la reorganización política general en el mundo científico soviético, Gorbunov y varios científicos implicados en la planificación de los experimentos de Sukhumi perdieron sus posiciones. En la primavera de 1930, Ivanov fue la diana de críticas políticas en su instituto veterinario. Finalmente el 13 de diciembre de 1930, Ivanov fue arrestado. Fue condenado a cinco años de exilio a Alma Ata, donde trabajó para el Instituto Veterinario-Zoólogo kazajo hasta su muerte por un derrame cerebral el 20 de marzo de 1932. El renombrado fisiólogo y psicólogo Iván Pavlov escribió un obituario para él.

Estos experimentos reflejaron la grieta entre darwinistas -como lo era el mismo Ivanov- y los creacionistas, que años más tarde reaccionaban contra la teoría de Charles Darwin -según la cual el hombre desciende del mono y no de los míticos Adán y Eva-usando los fracasos de Ivanov como argumentos en contra del corpus de la Teoría de Darwin.

Finalmente caben algunas preguntas: ¿Es posible la combinación genética de ADN humano con ADN de primates dada la diferencia numérica de cromosomas entre las especies ya que los humanos tenemos 46 y los monos 48?

¿Cómo imaginaba Ivanov a ese hipotético ejército de hombres-mono, más fuertes que los humanos y al mismo tiempo más agresivos con el enemigo? Y de ser así… ¿por qué un humano-mono sería más propicio para la guerra si los monos son seres habitualmente pacíficos en tanto no se invada su entorno y salvaje bienestar?

Quizás, de haber tenido algo de éxito Ivanov con su manipulación genética, el resultado podría haber sido una aglomeración de hombres hirsutos con toscos modales difícilmente incitados a la violencia, ya que la guerra y su motor (el odio al otro, y la obediencia ciega a unas flacas y necias premisas) pertenecen a la humanidad más que a la confortable y sencilla vida salvaje de los monos.

Finalmente recalemos en un dato más anecdótico: en 1932 el músico ruso Dimitri Shostakovich escribió, basándose en la historia de Ivanov, la ópera satírica (inconclusa) llamada Orango, con liberto de Aleksey Nikolayevich Tolstoy (no confundir con León Tolstói) y de la que podemos escuchar este prólogo.

@Cesario

Prólogo de la ópera Orango.

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