La verdadera Flor de la Abundancia

24 Oct 2016
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Foto ilustrativa.


En las últimas semanas, en diferentes cadenas de mensajes difundidos por Whatsapp circula la propuesta de sumarse a un “fueguito” con una inversión inicial de $3.000; la promesa de que se lograrán $24.000 en dos semanas.

Basado en la estrategia de ventas conocida como marketing multinivel, los “fueguitos” –también llamados “la flor de la abundancia”- consisten en armar círculos de inversores, divididos en niveles, que aporten un capital inicial.

Cuanta más gente se sume, más rápido se podrá acceder a un nivel superior y así hacerse con el dinero prometido. “Este sistema basa su rentabilidad en seguir aportando gente. No hay ninguna inversión genuina ya que es una ‘vaquita’ ilimitada y la rentabilidad está dada en el ingreso. La gente cree que en el fondo hay algo mágico que hace que todo funcione. Si te funciona a vos es porque hay otros a los que no les funcionó”, le había dicho a LA GACETA la economista Jessica Lucas.

Ilusas, esperanzadas, ignaras, algunas personas rebaten estos argumentos contra la 'Flor de la Abundancia' mediante el simple registro histórico de casos que entraron en uno de estos círculos y que efectivamente retiraron sus "ganancias".

Así, las experiencias de amigas, amigos, parientes, cuñadas o vecinas que han salido airosas y con el fruto de su participación en esta clase de estafa, parecen avalar la legitimidad y efectividad del sistema.

Por ello es que, salvando ciertas sutiles diferencias técnicas, veamos qué nos dice la historia de estos círculos de abundancia: Esquema Ponzi.

El esquema Ponzi es una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores. Esta estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por ellos mismos o por otros nuevos inversores que caen engañados por las promesas de obtener, en algunos casos, grandes beneficios.

El sistema funciona solamente si crece la cantidad de nuevas víctimas. Por lo tanto, también es conocido como sistema piramidal en el cual la única manera de cubrir los altos retornos es por medio del dinero de otro participante de la pirámide. Este sistema no invierte en instrumentos financieros, sino que redistribuye el dinero de unos inversionistas hacia otros. Esto lo logra en la medida que la pirámide vaya creciendo, una vez que deja de entrar gente al "negocio", el estafador se ve impedido a cumplir su promesa y la pirámide se cae.

En este sentido, la Flor de la Abundancia, se diferencia del Esquema Ponzi sólo en que no constituye técnicamente una estafa financiera, pues no promete inversión ni beneficios de tipo financiero, sino que simplemente promete una ganancia basada en el aumento exponencial de los integrantes de los nuevos círculos. En este sentido, diríamos que la Flor de la Abundancia funciona de un modo más sincero que el típico Esquema Ponzi.

Pero aún así, es un sistema fraudulento, por las siguientes razones:  para que las ganancias se sostengan en el tiempo, es necesario que la flor no cese de crecer de forma exponencial según la necesidad de su funcionamiento. Y en una población real, el número de personas que potencialmente podrían entrar en los círculos es limitada. Ese límite se da cuando ya los círculos han crecido, e incluso algunos de ellos han funcionado, dejando personas que cobraron sus 'ganancias'. Sin embargo, cuando el sistema explota, ya es muy tarde y los daños son enormes. Ejemplo de ello es lo que ocurrió en Chamical (La Rioja) cuando el abogado de la estafadora dijo con simple y dura matemática a los perjudicados: "no se puede hacer nada, traigan más gente que quiera poner plata y esto se soluciona".

Un caso célebre de esta clase de estafa es el del infame Bernard Madoff que en diciembre de 2008 fue detenido por el FBI y acusado de fraude. El fraude alcanzó los 52.000 millones de dólares, lo que lo convirtió en el mayor fraude llevado a cabo por una sola persona. El 29 de junio de 2009 fue sentenciado a 150 años de prisión. En Argentina tenemos al civilizado Eugenio Curatola, acusado de ser el gestor de una de las mayores estafas de la historia argentina.

Considerado el "Bernard Madoff argentino" por cómo seducía a los inversionistas y por la metodología de la maniobra, Curatola admitió haber sido el jefe de una asociación ilícita que habría estafado a 249 ahorristas por US$ 9.228.000, entre 2001 y 2004. A cambio, aceptó pasar cinco años en la cárcel. La maniobra concretada por Curatola y al menos 17 cómplices habría sido similar a la que utilizó Bernard Madoff. Finalmente Curatola fue liberado luego de pasar 33 meses preso.

Vemos que la clave de esta clase de sistemas piramidales radica en que no son sostenibles en el tiempo, porque la cantidad de participantes posibles es limitada por razones demográficas y financieras, (que podríamos llamar, parafraseando a Malthus, artitmética) mientras que el crecimiento del esquema es exponencial (geomético) mucho más rápido e imposible de abastecer conforme pasa el tiempo.

Por ello es que quien participe en esta clase de esquema piramidal, en estas Flores de la Abundancia o como se llame en los próximos meses, indudablemente va a ser víctima o cómplice de estafa. Porque quien participa de un sistema fraudulento, a conciencia de que lo es, aunque él mismo no salga perjudicado, contribuye a que otras personas sean estafadas.

Finalmente, hay que reconocer que es la expectativa de ganar dinero sin trabajar lo que hace a este tipo de esquemas,  a estas Flores de Abundancias, tentadoras para los futuros participantes.

Pero no se engañe, el dinero siempre se hace trabajando, bueno, casi siempre. Porque hay contados casos de seres que ganan dinero sin consagrarse al sacrificio del trabajo. Hay algunos que conocen la Verdadera Flor de la Abundancia, como lo son los políticos, sus asesores y parientes, muchos banqueros, árbitros de fútbol, músicos de reguetón, aduladores del poder de turno, recaudadores impositivos, inspectores varios, usureros, Tony Kamo, escritores de libros de Autoayuda, contratistas de Obra Pública y Enrique Iglesias, entre otros.

Quizá por ello es que esta estafa no para de crecer en nuestro país y en, particular, en nuestra provincia, donde parece ser que la única Flor de la Abundancia es la fértil Flor del Estado y sus perfumados dineros públicos.


@Cesario



Una buena explicación del Sistema Ponzi.

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