Políticos Sucios

En tiempos de elecciones es habitual ver miles de veces las caras de los candidatos estampadas en carteles y pegatinas a lo largo y ancho de toda la provincia.

07 Jul 2015
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Foto tomada de la página Políticos Sucios, en Facebook.


En tiempos de elecciones es habitual ver miles de veces las caras de los candidatos estampadas en carteles y pegatinas a lo largo y ancho de toda la provincia. Es habitual porque quizás el pueblo tucumano ya está acostumbrado a la invasión de afiches, pasacalles, y a la repetición machacadora de los nombres de candidatos escritos a gruesos pincelazos por doquier.

Es habitual, estamos tristemente un poco acostumbrados, pero no es legal ni ético, y mucho menos esa contaminación visual de los espacios públicos representa una mejora estética para la provincia.

En Facebook la página Políticos Sucios denuncia y muestra en fotos el grado de suciedad que aportan a la ciudad los candidatos con la prepotente multiplicación de sus achatados rostros de sonrisas forzadas. Del registro de imágenes que hace esa página no se salva ningún candidato.

Oficialistas, opositores, la Izquierda, el Pro, la UCR, el Peronismo basal, el Peronismo periférico, todos se auto-escrachan mediante la ubicación irrespetuosa de sus mismos rostros en pegatinas y pasacalles. Incluso, en algunos casos, los afiches tapan espacios publicitarios pagos que han sido contratados por particulares, perjudicándolos.

O, por ejemplo, este mural que clamaba justicia por el caso de Pamela Laime, la chica desaparecida en el año 2000 y cuyos restos fueron encontraods 14 años después en el cementerio bajo la denominación NN, fue directamente intervenido por un desagradable collage electoral.

 

O simplemente evidencian la enorme cantidad de basura que aportan a las fachadas las repetidas capas de papel, arrancadas y superpuestas una y otra vez.  Esto es en Monteagudo y Balcarce, en pleno Barrio Norte.


Esta es la página de Facebook llamada Políticos Sucios, y esta es la petición que la página solicita firmar para tratar de cambiar esta inmunda realidad electoral.

Pero además quedan algunas preguntas cuya respuestas quizás pueda aportar alguien especialista en campañas publicitarias.

¿De qué sirve empapelar la ciudad con las caras de los candidatos, aumenta ello sus posibilidades electorales?

¿Cuanto más veamos esos rostros maquillados de sonrisa forzada, más nuestra civilidad se inclinará por introducir sus boletas en las urnas?

¿No sería más convincente que con el dinero invertido en imprimir tantos afiches, arreglaran, por poner un ejemplo urgente, la baranda de este puente del Canal Sur, que lleva ya cuatro meses siendo un peligro?

¿Acaso no sería más convincente ver que los candidatos se ajustan a las ordenanzas que prohíben ensuciar la ciudad en vez de vulnerarlas?

Además, todos sabemos que "la gente no es tonta". La gente puede ser pobre, estar atada a las necesidades económicas, a sus inclinaciones políticas y partidarias, a la necesidad de ser conducida, o a su propia falta de un destino; pero la gente no es tonta, y por eso mismo no merece ser tratada como si lo fuera, con la fuerza bruta de la inundación de afiches que deslucen la provincia.

@Cesario / En Facebook

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