Al final Juanse no era tan rockero

La aparición de la nueva canción de Juanse (ex Ratones Paranoicos) dedicada al Papa Francisco ha dejado a muchos rollingas con la boca abierta, pero con la lengua adentro. Es que el estrambótico vocalista del rock argentino colaboró con el reaparecido dúo Juan y Juan, y canta con ellos el nuevo tema dedicado al Papa Francisco.

La canción tiene una onda rockera en la instrumentación, pero la letra es religiosa, habla de rezar por la naturaleza y de la salvación de las almas, etc.

Aclaración: Esta pequeña nota no trata sobre las religiones en sí, ni sobre las instuciones que las representan, mucho menos sobre el Papa. Esta nota habla de uno de los músicos más influyentes en la cultura latinoamericana; cultor a través de sus canciones del famoso cóctel: Sexo, Drogas y Rock and roll y este giro un tanto bizarro, un tanto gracioso de parte del músico como músico (no como ser humano, pues ese ámbito es privado) hacia lo tradicional, hacia lo conservador.

Ya hace un año el inspirador de Pomelo, aquel divertido personaje de Capusotto, confesaba su alegría en una nota para la revista Rolling Stone, por la asunción del nuevo representante de Cristo y por el hecho de que Bergoglio fuera argentino.

Ahora bien, ¿qué pasó con aquello de “¡yo quiero mi pedazo!”?

Si hay algo rockero en el Planeta Tierra eso es Mick Jagger. Si hay algo parecido y émulo de Mick Jagger en Argentina, eso es Juanse. Y si recordamos aquella Simpatía por el Diablo (Al final del post dejo la canción) y la comparamos con esta colaboración de Juanse en la canción dedicada a Fransisco, pronto sentimos que algo está extrañamente entreverado. Si bien esta es una nota de color, podríamos aventurar algunas hipótesis para explicar este (otro) episodio fenomenal de la historia del Rock y -por qué no decirlo- de esa otra ensalada que es la realidad: Podríamos decir que, más que una colaboración con dos músicos católicos, este cantante, más que un giro hacia la espiritualidad y la profundidad religiosa, ha seguido el diabólico camino del Mercado, y decidió colgarse de la más ilustre sotana del planeta, con lo cual no sería tan buen cristiano como hace ya un par de años declarara públicamente. Otra explicación podría ser que toda una vida de una oveja descarriada puede volcarse de un día para el otro hacia el bien y la esperanza; y que la frase de Andrés Calamaro popularizada por Juanse: “No tengo religión / tengo ansiedad” haya sido el reflejo de un auténtico grito de socorro que además de influir en quienes éramos adolescentes en los 90's, clamaba por una verdadera vocación parroquial. Esta última es la más racional, porque como dijo Oscar Wilde, y luego puso en versos Borges: Cristo nos ha dejado espléndidas metáforas y una doctrina del perdón que puede anular el pasado.

Video gentileza de Rock&Pop.

Simpatía por el Diablo.