Dos películas para ver en Pascuas sin tener que ponerse sudario

17 Abr 2014
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En segundo plano Judas, interpretado por Harvey Keitel.

Acude presuroso el fin de semana de Pascuas. Algunos, entre mate, vino tinto y humitas, van a ir pasear a los maravillosos cerros tucumanos, otros se quedarán en sus casas y posiblemente vean televisión o alquilen alguna película. A esos cinéfilos casuales dirijo esta recomendación de cine pascualino, si se me permite.

En primer lugar, recomendaré lo que no hay que ver: no recomiendo la fatalidad de enganchar en la televisión (otra vez) la ampulosa Pasión de Cristo (2004) del implacable Mel Gibson, cuyo carácter llanamente gore y la largísima duración recrean el sufrimiento del Nazareno en el sensible ánimo del espectador. Basta de salsa de tomate y latigazos “ad hoc” para decorar con latín ese pretencioso mamotreto del celuloide.

Tampoco es recomendable enganchar la anticuada y tediosa miniserie Jesús de Nazaret (1977) de Franco Zeffirelli. Robert Powell ya peina escasas canas en la vida real y nadie tiene ganas de sufrir con él en el protagónico más famoso de la Pantalla Grande. 

Por las dudas aléjense de los canales que la promocionen o serán propensos a morir de aburrimiento y tedio usando las sábanas o el pijama como sudario. 

Pero hay un par de películas sobre las Pascuas que tienen “más tela para cortar”, como diría mi amigo el sastre filosófico de Barrio Sur. Una de ellas es La última tentación de Cristo (1988) de Martin Scorsese, el director de la reciente El Lobo de Wall Street.

Esta película humaniza de un modo elocuente al Salvador, y propone la hipotética posibilidad de que Cristo pudiera no haber muerto en la cruz, sino vivido una vida común y corriente como todos los mortales. Ese Cristo devenido hombre es mucho más interesante desde el punto de vista filosófico de la conocida historia que el poderoso Hijo del Señor. Su resurrección es, en este film, una resurrección espiritual, mental, y acontece antes de ser lanceado en la cruz, no tres días después. Además, Willem Dafoe encarna a un Cristo que al principio ni siquiera él mismo sabe con absoluta certeza que es el Hijo de Dios.

Y si resulta demasiado densa la anterior, recomiendo una vez más la genial La Vida de Brian (1979), de los magistrales Monty Python. Donde Brian es un desorientado muchacho que ha sido confundido con Jesús y es perseguido por el régimen para ser llevado a la cruz. Es una obra delirante y crítica, profunda y divertida. 

A continuación dejo el trailer de La última tentación de Cristo, y también una famosa escena de lapidación de La vida de Brian. 

Felices Pascuas.


La última tentación de Cristo estuvo prohibida en Chile hasta el año 2001.

La Vida de Brian es un clásico en la historia de la comedia inglesa.

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